Hay algo mucho peor que el agotamiento físico: el agotamiento emocional

El exceso de responsabilidad y la sobrecarga de esfuerzos pueden causar agotamiento emocional en cualquier persona. Este malestar es aún más peligroso que el agotamiento físico o el agotamiento mental, ya que habla de un proceso interno de gran magnitud.

Usualmente, los dolores físicos causados por las actividades que forman parte de la rutina diaria parecen tener más importancia y generan mayor preocupación. Sin embargo, la mayoría de estos pueden tratarse con un cambio de hábitos, un buen descanso, algún tipo de masajes o terapia corporal.

El agotamiento mental, por su lado, perjudica el comportamiento, el sueño, la alimentación y la conducta de las personas que lo padecen. En cambio, el agotamiento emocional afecta directamente las emociones del individuo y cambia la forma en la que interactúa, se desarrolla y siente.

Para sanar el agotamiento emocional, se debe tener en cuenta la individualidad: no se diagnostica fácilmente ni puede ser tratado de igual forma que los malestares físicos, debido a las múltiples y diversas razones que pueden llegar a producirlo.

depresión ansiedad mujer — Fuente: Shutterstock

El entorno social, el trabajo, la economía, las responsabilidades de cualquier tipo son los principales elementos que pueden producir el agotamiento emocional, que se genera cuando hay un desequilibrio entre lo que se da y lo que se recibe.

La fatiga emocional suele ocurrir en ámbitos de gran exigencia y que conllevan grandes sacrificios. Por ejemplo, un trabajo con alto riesgo de despido, una pareja conflictiva o un hogar con problemáticas que demandan mucha atención.

SEÑALES DE AGOTAMIENTO EMOCIONAL

Hay síntomas iniciales de agotamiento emocional que, escuchados a tiempo, pueden prevenir un estado de quiebre, parálisis o depresión.

- Cansancio físico, sensación de pesadez y de imposibilidad para avanzar.

- Dificultades para conciliar el sueño.

- Irritabilidad, mal humor y excesiva sensibilidad frente a cualquier crítica o desaprobación.

- Falta de motivación, interés o entusiasmo por las actividades.

- Distanciamiento afectivo y frialdad para con los pares.

- Dificultades para pensar, confusiones constantes y olvidos frecuentes.

mujer apoya su cabeza contra una almohada en señal de agotamiento

CLAVES PARA EVITAR EL AGOTAMIENTO EMOCIONAL

- Reconocer e identificar cuáles son las situaciones y los ambientes que generan altos niveles de estrés en tu vida. De esta forma, podrás tomar decisiones para evitarlos y cuidar tu salud emocional.

- Intenta adoptar una actitud más positiva frente a las obligaciones diarias.

- Tener momentos íntimos de relajación: practicar un hobby, regalarte un masaje o una comida deliciosa o simplemente disfrutar de la tranquilidad de hacer nada.

- Busca espacios de calma a diario, donde puedas apartarte de las influencias negativas del entorno.

- Descansa, cuida tus horas de sueño y tómate vacaciones si hace mucho no lo haces.

- Trabaja sobre tus niveles de autoexigencia y cultiva una actitud de comprensión y bondad para contigo mismo.