Mercy Riggs demuestra ser una mujer aventurera y apasionada por la vida. Sostiene que la edad es sólo un número y considera que siempre hay que arriesgarse a hacer lo que uno desee. La mujer quiere hacer su tercer salto en paracaídas a los 95 años.
Siempre han dicho que la vida hay que disfrutarla cada segundo, sin importar la edad que se tenga. Mercy lo recuerda día a día y vive a pleno.
Según el medio Mirror, la mujer británica a sus 90 años ya ha saltado dos veces en paracaídas y planea su tercera aventura para cuando cumplas los 95.
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Mercy ha sido la mayor de cuatro hermanos y de una personalidad temeraria. Siempre se ha dedicado a ir más allá de los límites, aunque la edad a veces pueda no acompañarla tanto como le gustaría.
Es una exconcejala que siempre estuvo relacionada a la política. Sin embargo, cuando se retiró comenzó a trabajar en la Policía de Transporte Británica, lugar en el que se ha destacado por su imponente e inigualable energía.
Riggs sostiene que es distinta a las demás abuelas ya que está constantemente buscando actividades distintas por hacer.
“Solo vives una vez (…) Recibo críticas que dicen que debería ser más seria. Me preguntan ‘¿Cuándo vas a crecer?’ y yo digo que nunca. Disfruto de la vida“.
La mujer tuvo muchas complicaciones en su salud cuando en 2007 le extirparon dos tumores de la columna vertebral. Tuvo que volver a aprender a caminar, pero atravesar esa situación indudablemente la hizo más fuerte y se dio cuenta que la vida era solo una.
“El médico me refirió para una resonancia magnética y descubrieron que tenía dos grandes tumores en la columna (…) El doctor dijo que ‘si no hacemos algo muy rápido, quedarás paralizada’“, contó respecto a su problema de salud, motivo por el cual decidió comenzó a realizar esas actividades que durante toda su vida había pospuesto, como por ejemplo, saltar en paracaídas.
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Esta aventurera y apasionada mujer contó que leyó sobre personas que practicaban esta actividad y sin dudar le dijo a su familiar que ella también lo haría. Realizó su primer salto a los 77 años y luego su segundo a los 89.
Su próxima meta es completar su tercer salto cuando cumpla 95 años. A pesar de lo impactante que puede llegar a ser, ella no se siente con temor cada vez que salta del avión en movimiento.
No tiene dudas de que podrá concretar su deseo y sostiene que le encanta volar: “Cuando se abre la puerta y estás sentado en el borde del avión, pensé ‘Dios mío’. Despegamos y fue emocionante. Lo disfruté muchísimo", concluyó.
Fuente: UPSOCL.