La culpa es un sentimiento que todos hemos experimentado alguna vez, especialmente si hicimos algo que queríamos pero por alguna razón no era lo que se supondría que hiciéramos.
Pero así como a veces la culpa puede ayudarnos a detectar que hicimos algo que no sería bueno que repitiéramos por respeto hacia otro o hacia nosotros mismos, muchas otras puede "jugarnos en contra".
El sentimiento de culpa se relaciona con el deber, con lo que se espera de nosotros. Y en esto se entrecruzan expectativas y normas no solo sociales, sino también familiares, por ejemplo, que son diferentes en cada persona.
Por eso puede que si se espera mucho de nosotros, por ejemplo, nos sintamos menos libres de decidir, y cuando lo hagamos, sintamos culpa.
En ese sentido, hay que deconstruir lo que se siente como culpa. Porque podemos quedarnos toda la vida sin hacer lo que realmente sentimos o queremos, por temor a salirnos de lo se se esperaría de nosotros.