En un planeta ampliamente contaminado por plásticos de un solo uso, toda iniciativa que implique utilizar materiales alternativos es bienvenida. De ese modo, surge la propuesta de SLVDR, la nueva marca de agua en latas de aluminio.
El agua que el mundo necesita
Fundada en 2020, la idea original de SALVADOR (SLVDR) nació un año antes a partir del sueño con un mundo menos contaminado por el plástico y alineado con el desarrollo sostenible.
Ante la necesidad de cambiar el uso de botellas de agua de plástico desechable, la marca se impuso como una alternativa válida para quienes buscan modificar hábitos. Actualmente, son la primera compañía de Argentina que comercializa agua en latas de aluminio 100% reciclables y ofrecen al público dos clásicas versiones: con gas y sin gas.
La elección del material tiene un sentido: el aluminio es infinitamente reciclable y re-utilizable, resistente y eco friendly, ya que se pueden fabricar latas a partir de elementos reciclados y ahorrar hasta un 95% de energía. También retiene las burbujas en el caso del agua con gas y se trata de un envase fresco para un elemento de tanta importancia como el agua potable.
Otro factor a tener en cuenta es que la tasa de reciclabilidad del aluminio es mayor que la del plástico, siendo del 90%, mientras que los materiales plásticos solo pueden ser recicladas entre un 5 y 8%. Esto se debe, en parte, a que no hay incentivos para recolectar y reciclar el plástico, pero el kilogramo de aluminio posee un precio en el mercado.
[Tal vez te interese leer: ¿Qué es el impacto ambiental? Ejemplos y consecuencias]
Por un mundo más sano
Nuestra sociedad es la más contaminante desde el inicio de los tiempos. Numerosas investigaciones afirman que actualmente el mundo genera más residuos de plástico de un solo uso que nunca.
Cada año, más desechos plásticos acaban en el ecosistema acuático. Según un informe de 2016, entre 9 y 14 toneladas terminaron en el vertedero de los mares, cifra que podría triplicarse a 37 millones de toneladas por año hacia el 2040.
Los plásticos son el tipo de basura marina más voluminosa, dañina para el ecosistema y persistente, que además representa el 85% de todos los desechos del mar.
Hoy en día, más que nunca, es necesario reducir el consumo de plásticos de un solo uso y reemplazarlos por materiales reutilizables. Darles prioridad es fundamental para el desarrollo sostenible a largo plazo.
Por más gente sana
La problemática de los plásticos no es exclusiva del medio ambiente. Las personas también pueden sufrir consecuencias en su salud por la contaminación.
Diversos estudios han demostrado que los plásticos poseen compuestos que funcionan como disruptores endocrinos, es decir, que modifican la segregación de hormonas y que, debido a su efecto acumulativo en el organismo, pueden causar trastornos de salud y problemas hormonales.
Las poblaciones más vulnerables, como los bebés y los niños pequeños, son los principales perjudicados, porque que su sistema inmune aún está en formación. Tal como descubrieron recientemente, los microplásticos aparecen en la placenta de las embarazadas y se transmiten a través de la leche materna.
Incluso, los especialistas del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos han demostrado que recargar envases plásticos con agua para beber resulta contraproducente.