Un grupo de amigos construyó su propia casa del árbol en medio de un paraíso natural

De pequeños, muchos de nosotros jugábamos a treparnos a los árboles, buscando descubrir cómo era aquello que podía verse diferente desde las alturas o, por qué no, simplemente esperando encontrar entre las copas verdes un refugio tranquilo para escondernos. Pero al crecer, lejos de desaparecer, esas fantasías de pequeños permanecen en algún sitio de nosotros, esperando volver a despertar.

Eso fue lo que le sucedió a Foster Huntington, un empresario de la moda y fotógrafo que decidió dejar de vivir en Nueva York, ¡para construir su propia casa suspendida entre los árboles! 

Ése fue el inicio y a partir de ahí decidió convocar a sus amigos para construir su proyecto en equipo. Algunos de ellos eran carpinteros profesionales, pero otros fueron aprendiendo con la práctica. Entre todos dieron vida a una casa del árbol en el condado de Skamania, Washington, cumpliendo el sueño de niño de su amigo.

"Yo podría haber comprado una casa. Pero esto es mucho mejor. Para mí, es la realización de un sueño de la infancia”, señala Foster.

Para levantar la estructura, el equipo tardó alrededor de un año, donde se fue montando una multiplataforma de dos espacios, de 220 pies cuadrados cada uno.
 
El primero de ellos es un estudio de cedro rojo resguardado por tres árboles de 20 pies por encima del suelo de manera tal que parece flotar; y el segundo es un dormitorio y sala de estar que están formados por un octágono a 35 pies de altura que se sostiene al tronco de un árbol de abeto.

Ambas casas están unidas por un puente de cuerda que oscila a lo alto entre el paisaje, y una escalera.

Esta casa del árbol fue llamada “The Cinder Cone”, ya que tiene la particularidad de estar construida encima de un antiguo volcán, en la garganta del río Columbia.
 
"Siento que es importante vivir en un lugar que sea muy inspirador y, en este momento, con Internet se puede trabajar desde cualquier lugar”, dice Foster, quien está seguro de haber tomado la mejor decisión al haber elegido un lugar para vivir en contacto con la naturaleza que lo rodea.

Además de ser un verdadero paraíso entre los árboles, la casa de Foster también cuenta con un  jacuzzi al aire libre y una pista de skate propia.  

El proyecto total está documentado por Huntington en un libro y un cortometraje que reúnen todas las etapas de un proceso que demuestra que una idea, por más alocada que parezca, puede volverse realidad, más aun si son los amigos los que están ahí para ayudarte a hacerlo.

En este video podrás ver documentado por Foster todo el proceso de construcción de esta casa.