En el último tiempo, cada vez más personas han adoptado el hábito de quemar palo santo, un árbol sagrado cuyos aceites esenciales otorgan múltiples beneficios a nivel espiritual y físico: desde equilibrar las energías, hasta purificar ambientes y relajar la mente durante la meditación.
Sin embargo, la mayoría no conoce la verdadera historia de este árbol, utilizado por comunidades indígenas de América del Sur (Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia, Ecuador y Perú). Tradicionalmente, los chamanes de las comunidades usaban palillos de palo santo para limpiar y purificar ambientes contra los malos espíritus, malas vibras y fuerzas negativas.
Además, tiene muchos beneficios terapéuticos. Es altamente medicinal y sanador: originalmente, la única forma de obtener la totalidad de sus beneficios era dejando el árbol morir naturalmente y que descanse de 4 a 10 años en el bosque. Los aceites de mejor calidad, que se forman en la madera añejada, se usaban en ceremonias sagradas y de sanación en comunidades locales.
Sin embargo, como consecuencia del hecho de que cada vez más personas quemen palo santo, la mayoría de las veces sus aceites no se consiguen de esta forma. Los árboles se talan sin conciencia alguna. Según la organización de conservación de plantas medicinales, United Plant Savers, hay menos de 250 árboles maduros y salvajes de palo santo, y este número está descendiendo rápidamente. Por eso, quizás sea hora de reducir su consumo.
Ademas, la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN por su nombre en inglés) lo ha agregado a su lista como especie en "peligro de extinción".
Una segunda razón para evitar consumir palo santo es que puede considerarse una apropiación cultural. El término se aplica cuando, al usar elementos de una cultura, su significado original se pierde o se distorsiona y personas pertenecientes a las respectivas culturas pueden ver estos actos como irrespetuosos.
Entonces, al comprarlo de vendedores comerciales muchas veces no estamos obteniendo sus beneficios, ya que los árboles se talan y los aceites no se toman de árboles que murieron naturalmente), pero también puede verse como que estamos tomando un rito o costumbre de una cultura sin tenerle el respeto y cuidado que merecen. Sin embargo, existen algunas marcas que realizan un trabajo respetuoso y sustentable, tanto con el ambiente, como con las culturas indígenas.
¿Cómo reemplazarlo?
Hay algunas hierbas naturales que puedes usar para reemplazar el palo santo. ¡Incluso puedes cultivarlas tú! En cualquier caso, asegúrate de que sean variedades que nativas del lugar donde vives.
Algunas alternativas son: enebro, artemisa, verbena, sabia europea, pino, romero, eneldo y menta.