¿A quién no le gusta descansar arrullado por el vaivén de una mecedora? El ir y venir de una hamaca nos recuerda a la infancia, nos hace sentir bien y protegidos. Es ideal para descansar por las tardes los fines de semana o para leer por las noches antes de dormir. Pero las mecedoras son algo antiguas, además pueden ser muy grandes e incómodas para tener en casa.
Estas sillas colgantes, en cambio, son prácticas, pero igual de acogedoras, y además un gran detalle para la decoración.
¡Inspírate y crea tu propio espacio para descansar y disfrutar!
Sillas colgantes para descansar
Las más sencillas son las sillas colgantes de tela: lo mejor es que cuando lo necesites puedes descolgarlas fácilmente y guardarlas en poco espacio, como si fueran hamacas paraguayas. Aquí puedes encontrar el paso a paso para hacer una silla colgante de tela.
Si quieres algo más sofisticado, esta hamaca circular te encantará. Los almohadones la hacen muy confortable, funciona como un pequeño living en miniatura, o un verdadero sofá colgante.
Si tienes lugar al aire libre, no hay nada mejor que una hamaca colgando de un árbol.
Pero si no tienes un árbol fuerte que soporte el peso de la hamaca, eso no es un problema: también puedes construir este soporte para hamacas.
¡No solo a los humanos les gustan las hamacas! Esta silla colgante para gato le encantará a tu amigo animal.
Si lo que buscas es una silla colgante para el cuarto de los niños, puedes jugar con las formas y los colores. A ellos les encantan las hamacas, así que la disfrutarán mucho.
Hay muchos estilos de sillas colgantes diferentes, pero entre las más prácticas se encuentran estas hamacas individuales. Además de ser fáciles de colocar y livianas, permiten jugar con los colores y diseños, para estar a tono con la decoración.
Estas hamacas se venden (son como las paraguayas, pero pequeñas), aunque también puedes ingeniártelas para fabricarla, cosiendo unos ojales a alguna manta de tela firme. Luego deberás colgarla, con sogas fuertes, de una varilla de madera a la que hagas unas perforaciones, y sujetarla con algún nudo o amarre que sepas hacer.
Por último, si tu fuerte es la carpintería, puedes animarte a construir una hamaca como ésta. Es como un banco de plaza, pero sin patas, y con unos fuertes apoyabrazos de los que puedas sujetar las cadenas.
¿Cuál de todas es tu favorita?