El cuidado de las plantas es una verdadera ciencia, aunque muchas veces lo consideramos algo menor. Es cierto que hay algunas especies que son más fáciles de mantener sanas que otras, pero la verdad es que todas necesitan atención para poder vivir.
Puedes ser un novato en esto del cuidado de las plantas, o tal vez lleves muchos años en el tema, pero la realidad es que muchas veces cometemos errores sin saberlo.
Estos son los siete más comunes que deberías empezar a cambiar hoy mismo si quieres que tus plantas se vean sanas y fuertes.
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1. Comprar solo porque se ve bonita
No todas son iguales ni requieren los mismos cuidados. Y una planta puede ser muy bonita, pero no servir para la zona de la casa donde la quieres poner, o necesitar cuidados que no estás dispuesto a darle.
Entonces, si una planta te parece muy bonita, pregunta primero el nombre de la especie, averigua qué cuidados necesita, cuánta luz y agua. Seguramente la persona del vivero sabrá orientarte sobre diferentes opciones.
2. Cambiar la planta de lugar
Lógicamente, las plantas cumplen un rol estético en el hogar. Entonces, puede que en una remodelación, o porque tienes ganas de darle más vida a otro sector de la casa o del parque, decidas cambiarlas de lugar. ¡Error!
Si una de tus plantas se ha adaptado bien a cierto espacio, es porque las condiciones allí son buenas para ella. No la muevas, pues puede que no responda igual en otro sitio.
3. Regar todas las plantas por igual
No todas las plantas tienen las mismas necesidades de riego. Las plantas de interior, por lo general, llevan mucha menos agua que la que están expuestas al sol. Las crasas necesitan menos agua que otras especies. Las kokedamas se riegan solo cuando la tierra se seca.
Y así con todas. Debes conocer cada planta y saber qué necesidades de agua tiene, de otro modo puedes pudrirlas o secarlas.
4. Las dejas siempre en la misma maceta
¿Te imaginas un niño de 6 años durmiendo aún en el moisés de cuando era un bebé? Pues más o menos así puede sentirse una planta a la que, por meses o años, mantienes en la misma maceta.
Las plantas crecen y necesitan ser trasplantadas para estar cómodas y poder seguir creciendo. Si te demoras demasiado en cambiarlas a una maceta de mayor tamaño, pueden morir.
5. No le das la luz que necesita
Al igual que con el riego, cada planta tiene diferentes necesidades lumínicas. Algunas necesitan estar expuestas directamente al sol, mientras que otras viven más si solo son expuestas a la luz de forma indirecta.
Lo ideal es que, si ya sabes en qué lugar quieres ubicar la planta, te cerciores de que las necesidades de luz se respetan antes de comprarla.
6. No usas fertilizantes
Es muy importante para que tus plantas crezcan sanas y fuertes que utilices diferentes fertilizantes para la tierra. Puedes comprarlo o prepararlo tú mismo, pero realmente hace una diferencia enorme y no deberías dejar este recurso de lado.
7. No las aseas
Sí, las plantas también necesitan aseo para estar saludables y libres de plagas. Eso implica quitar las hojas secas, usar abrillantadores naturales para las hojas (como la cerveza y la leche, el banano bien maduro o el agua de panela), o limpiarle las hojas con agua.
No solo se verán hermosas, sino que también estarán saludables.
¿Cometes alguno de estos errores? ¿Cuál crees que es el más difícil de evitar?
Fuentes: