La pizarra es una roca natural sedimentaria, que se obtiene de forma casi artesanal y que tiene diferentes utilidades, entre ellas la de servir de recubrimiento para techos.
Es un material que fue bastante utilizado en España y Francia (en España es muy abundante y por eso se consigue más fácilmente), pero actualmente no es tan difundido o no está "de moda".
Sin embargo, quienes estén interesados en construcción y arquitectura sustentable deberían saber que, al menos en las zonas en las que está disponible localmente, la pizarra es una opción sustentable, maleable, aislante térmica natural y que merece ser tenida en cuenta.
¿Por qué es sustentable la pizarra?
Para evaluar si un material es sostenible debemos compararlo con los que utilizaríamos en su lugar. Para la fabricación de tejas, por ejemplo, se usa cerámica y en ese proceso de fabricación se produce mucho más dióxido de carbono (contaminante) y se consume más agua que en la obtención de la pizarra.
Una cubierta de fibrocemento, por ejemplo, emite 4,5 veces más CO2 en su fabricación, que el proceso que implicaría recubrir ese mismo techo con pizarra natural. En cuanto a las tejas cerámicas, consumen tres veces más agua en su fabricación que las de pizarra.
La energía necesaria para realizar tejas de cerámica, cubiertas de fibrocemento o diferentes tipos de chapa, es entre 1,5 y 3 veces más que la que la pizarra necesita.
Las cubiertas de pizarra pueden mantenerse intactas durante cientos de año con poco mantenimiento, y además, como es un material no conductor del calor, permite ahorrar en sistemas de calefacción y refrigeración, a diferencia de materiales comunes para los techos pero pésimos en ese aspecto como las chapas.
Además, ¡estéticamente estos techos pueden ser muy bellos!