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Dormir en un ambiente que transmita serenidad es clave para comenzar el día con energía; mientras que hacerlo en un espacio saturado y poco organizado puede ocasionar estrés y ansiedad. Sería recomendable echar un vistazo a nuestra habitación, pero detenidamente, mueble por mueble, pared por pared, para darnos cuenta de la cantidad de cosas que tenemos.
Es por eso que te invito a seguir estos sencillos pasos para revisar tu dormitorio por completo. Paso a paso irás consiguiendo eliminar ese caos que te rodea:
CAMA
Quita las sábanas y mantas que tengas puestas y lávalas. Ya que estás, dale la vuelta al colchón, ya que así se conservará en mejor estado. Por otro lado, echa un vistazo a los juegos de cama que tengas, y quédate con cuatro (dos para verano y dos para invierno). Quita los que estén estropeados y/o no te gusten; y quédate con esos cuatro; de esa manera, siempre tendrás un recambio en cada estación.
Intenta crear el hábito de hacer la cama todos los días; una cama deshecha genera más estrés visual.
MESA DE NOCHE
Revisa el contenido de los cajones. Sácalo todo y ve cosa por cosa. Lo que esté estropeado fuera, lo que no uses lo mismo. Vuelve a meter las cosas de una manera ordenada. Intenta no tener demasiadas cosas encima de la mesita, sólo lo que necesites, como por ejemplo, una lámpara y un despertador.
ESCRITORIO
Organiza el interior de los cajones. Revisa el material de oficina y papelería; puede que guardes muchísimos bolígrafos que ya no tienen tinta, papeles que no te son útiles,…
Al igual que con la mesa de noche, limpia la superficie y mantenla lo más despejada posible. Trabajar en un ambiente limpio y organizado ayuda a evitar distracciones y aumenta la concentración.
ESTANTERÍAS
Limpia todas las estanterías, y quita todo aquello que no uses o no te guste. No conserves libros que ya no te transmitan ni aporten valor.
ARMARIO
Esta es la parte más complicada, ya que la ropa es algo que solemos acumular, y casi sin darnos cuenta. Saca todo lo que tengas en el armario y limpia el interior. A continuación, clasifica todo tu vestuario por categorías: camisas, pantalones, vestidos, chaquetas, etc.
Analiza cada prenda por separado y reflexiona sobre si te gusta, si te lo pones, si te sienta bien,… Lo que decidas desechar no lo tires a la basura (a no ser que esté roto o en mal estado): dona, vende o regala, siempre hay alguien que lo puede necesitar.
Con los zapatos tendrías que hacer lo mismo, aquellos estropeados, que no nos pongamos o no nos gusten fuera. Especial mención al calzado incómodo… ¿por qué conservar zapatos que nos hacen sufrir, por muy bonitos que sean?
DECORACIÓN
Si tienes cortinas, quítalas para lavarlas. ¿En realidad no te encantan las que tienes? Si es así, deshazte de ellas y coloca otras que te inspiren más.
Otros elementos decorativos, como por ejemplo figuras, fotos, jarrones,… también pueden sobrarte. Analiza cada objeto y piensa si de verdad te gusta.
Una vez hayas acabado de revisar todo, limpia el suelo y abre ventanas, que el aire fluya. ¿Qué tal se ve todo ahora? Si de repente ahora tu dormitorio te aporta calma y serenidad habrás cumplido el objetivo.
