Además de la palabra, existen muchas maneras en las que nos comunicamos con los demás, aunque no seamos constantemente conscientes de ello. La manera en que nos paramos, en que dormimos o en que firmamos, pueden revelar muchos aspectos sobre nuestra personalidad.
Por eso, cuando una persona gesticula, o simplemente se mueve, podemos también conocerla, ya que su cuerpo, aunque mudo, ¡sigue hablando!
En esta nota podrás aprender más sobre el lenguaje de tu cuerpo para conocer más sobre ti o los que te rodean, e incluso poder modificar aquello que estás proyectando hacia los demás.
Aun así, siempre debes tener en cuenta que se tratan de patrones comunes, pero no válidos para completamente todas las personas; cada uno tiene un sello personal y la manera más certera de saber sobre alguien, ¡es conocerlo!
Caminar con la vista en alto
Caminar con la vista en alto puede comunicar poder y presencia, pero también soberbia. Además. algunas personas que caminan de esta manera, pero mantienen una mirada levemente perdida pueden ser muy imaginativas y fantasiosas.
Caminar derecho
Las personas que suelen caminar erguidos y con la frente en alto (en una línea recta hacia delante) señalan una personalidad lista para enfrentar los desafíos que se le presenten. Además, demuestran seguridad en sí mismas, convicción y estabilidad emocional.
Caminar apurado
Quien camina rápidamente aunque no lo apremie el tiempo, puede ser una persona muy inquieta o nerviosa; pero también revelar un carácter perseverante que no declina en ninguna de las decisiones que toma. Caminar con una velocidad media es lo más recomendable ya que transmite equilibrio, paciencia y habilidad para sobrellevar las circunstancias que se presentan con tranquilidad.
Caminar con paso seguro
Una persona que camina marcando cada paso demuestra seguridad y confianza en su andar. Suelen caracterizarse, además, por personalidades muy enérgicas.
Caminar arrastrando los pies
Quienes caminan arrastrando los pies muestran inseguridad y desánimo. Del mismo modo, las personas que se encuentran tristes o agobiados suelen caminar con la mirada hacia abajo y los hombros levemente encogidos o la columna curvada hacia delante. Sin embargo, a veces esto también puede comunicar la presencia de alguien muy ensimismado.
Caminar oscilando
Las personas que acostumbran a caminar muy despacio o de manera oscilante suelen ser tímidas o inseguras. Pero, ¡cuidado! Si esa forma oscilante incluye además el movimiento acentuado de brazos y el vaivén de caderas, quizás estén revelando una personalidad despreocupada, extrovertida y descontracturada.
Si quieres conocer más sobre tu personalidad puedes realizar también el test de la llave.