¿Alguna vez te has preguntado a qué huele la luna? Según el testimonio de varios astronautas, dicho satélite posee un olor bastante particular, aunque nada agradable como muchos han llegado a creer. Sin embargo, ahora es posible saber cómo es el olor a luna, gracias a Michael Moisseeff, mejor conocido como el escultor de aromas que, busca recrear su esencia.

Muy pocos han podido llegar a esta estrella, de hecho, solamente, los astronautas altamente preparados pueden conseguirlo. Estos navegantes espaciales no solo han caminado sobre la superficie lunar, también han tenido una oportunidad única en la vida, percibir el olor a luna.

¿Quién es Michael Moisseeff?

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También conocido como el escultor de aromas, Michael Moisseeff es un consultor jubilado que trabajaba para el Instituto Politécnico Nacional de Toulouse, situado en Francia. Hoy en día, tiene un trabajo bastante interesante, es escultor de olores. Lo que significa que, Moisseeff tiene la capacidad de elaborar cualquier tipo de perfume que objetos e incluso, lugares. Todo el proceso de fabricación se lleva a cabo sin la necesidad de añadir sustancias que se encuentren dentro de la esencia original.

Michael Moisseeff de 66 años, trabaja desde un laboratorio ubicado dentro de su propia casa. Mismo lugar en el que el famoso escultor, trabaja para recrear el olor de la luna, usando datos recabados por astronautas que viajaron a la superficie lunar.

El escultor de aromas, Michael Moisseeff ha sido capaz de recrear hasta mil olores en su laboratorio casero. Su trabajo lo ha realizado con ayuda de evaporadores, un alambique para la destilación de sustancias y escalas para medir ciertos productos químicos. Moisseeff dispone de un archivo que supera los cuatro mil aromas de referencia.

Actualmente, el escultor tiene un proyecto muy importante, recrear el olor de la luna con la mayor exactitud que sea posible. Una vez lo logre, el perfume será presentado en la exposición que se llevará a cabo en el Museo Space City, ubicado en la ciudad de Toulouse. Para conseguirlo, Michael Moisseeff ha logrado crear una esencia muy parecida a la pólvora gastada.

En este sentido, el escultor ha indicado que utilizó el testimonio de varios de los astronautas que tuvieron la oportunidad de ir a la luna. Especialmente, el del astronauta llamado Buzz Aldrin, el único conocido por quitarse el casco en la luna durante un viaje en el año 1969.

Por otro lado, Michael Moisseeff asegura que todos sus productos químicos se mantienen, perfectamente conservados en forma líquida. Los almacena dentro de una habitación que mantiene apartada del resto a una temperatura de 14 °C. La mayor parte de sus productos son aceites esenciales, mientras que otros son solo extractos naturales. El especialista en aromas ha indicado que muchas de las esencias aromáticas obtenidas han sido desarrolladas desde cero.

¿Qué aroma tiene la luna?

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Entre los años 1969 y 1972, la NASA llevó a cabo unas seis misiones Apolo, en las que 12 astronautas viajaron a la luna y tuvieron contacto directo con el polvo lunar. Una vez regresaron a la cabina de la nave y se retiran el casco, los astronautas aseguraron que este polvo, conocido científicamente como “regolito” tenía un fuerte aroma a pólvora quemada.

El cosmonauta Jack Schmitt, viajó a la luna y caminó en la superficie en diciembre del año 1972. Fue el mismo quien aseguró que su aroma, sin dudas, era bastante peculiar, no era algo agrio ni metálico. No obstante, ese era el único olor con el que Schmitt pudo encontrar alguna similitud.

Por su parte, el director del Instituto de Geociencias Planetarias de la Universidad d Tennessee, Larry Taylor, apoya el testimonio del astronauta. De hecho, el director manifestó que en la Tierra, los geólogos perciben un aroma muy parecido cuando rompen alguna roca, esto debido al choque entre los minerales. Ahora bien, en la superficie de la luna, al menos el 43% del suelo y la roca, está se encuentra compuesto por oxígeno. Según expertos, esta puede ser la razón por la que el olor a luna puede permanecer por un mayor periodo de tiempo.

Asimismo, Buzz Aldrin, el astronauta encargado de pilotar el módulo lunar denominado “Apolo 11” también pudo percibir, por sí mismo, el olor a luna. Ya que el polvo lunar impregnaba tanto su traje como sus equipos, dejando un aroma bastante característico. Según Aldrin, el olor era parecido al de carbón quemado, algo así como las cenizas que salen de una chimenea.

Posiblemente, esta sea una de las razones por las que, tiempo atrás, se creía que el polvo lunar podría ser muy peligroso. De hecho, algunos pensaban que podría encenderse, solamente, al entrar en contacto con el aire. Sin embargo, esta teoría fue desmentida por Thomas Gold, un investigador de la NASA.

¿Por qué la luna huele a pólvora?

La verdad es que la razón concreta del por qué el olor de luna es muy parecido al de la pólvora, todavía es un completo misterio. No obstante, varios expertos en el tema ya han desarrollado diversas teorías. Uno de los primeros en dar una explicación fue el astronauta e ingeniero químico Donald Pettit. Quien estuvo durante un largo periodo de tiempo en las inmediaciones de la Estación Espacial Internacional.

La explicación de Pettit fue la siguiente: "Tomen un momento e imagínense estando en un desierto en cualquier parte de la Tierra ¿Pueden percibir algún aroma? Posiblemente, no huela a nada. Sin embargo, la situación cambia cuando empieza a llover. De pronto, el aire se llena de una fragancia dulce, pastosa. El agua, después de evaporarse del suelo, se convierte en moléculas que quedan atrapadas en el suelo seco por varios meses, antes de llegar a la nariz

Pettit continúa: “Se puede decir que la Luna es parecida a un desierto de más de 4.000 millones de años. Es decir, es increíblemente seca. En este sentido, cuando el polvo lunar entra en contacto con la humedad del aire en un módulo lunar, se genera lo que se conoce como el efecto de la lluvia del desierto y ciertos aromas

Por otro lado, el científico Lofgren indica que este dicho fenómeno puede estar relacionado con la combinación del polvo lunar y los iones que se desprenden del sol. Todo esto se mezcla dentro de la cabina espacial y produce una serie de aromas conocidos y otros no tanto.

Otra de las teorías del mismo científico habla acerca de la posibilidad de que el polvo de la luna se “quema”. Esto cuando entra en contacto con la atmósfera de oxígeno dentro del módulo lunar, por medio de un proceso de oxidación muy similar al que ocurre en la combustión. No obstante, la diferencia es que ocurre más lento y no genera ningún riesgo de llamas.

Por otra parte, algunos expertos consideran que oler, directamente, el aroma de la luna, puede ser riesgoso para la salud. Hay que tener presente que, los viajeros espaciales inhalan el polvo lunar, el cual penetra la nariz. Algunos de los astronautas terminaron con resfriados después de aspirar el polvo lunar. Asimismo, John Young, el astronauta encargado del Apolo 16 fue capaz de “probar” la muestra, asegurando que su sabor no era para nada desagradable.

¿Qué ocurre con las muestras de polvo lunar cuando llegan a la Tierra?

Existe algo muy asombroso con respecto a todo este tema y es que las muestras de polvo lunar que los astronautas llevan a la Tierra, ya no huelen igual que en la luna. De hecho, científicos de la NASA guardan una serie de muestras variadas de polvo y roca lunar, pero ninguna de estas tiene el olor de la pólvora quemada.

Una de las teorías por parte de los expertos de la NASA es que las muestras obtenidas, pierden su fuerza son “contaminadas” al llegar a la Tierra. Al entrar en contacto con el agua y el aire, algunos de los efectos provocados por las reacciones químicas son eliminadas. Esto ocurre cuando los astronautas emprenden su viaje de vuelta a la Tierra.

Para solucionar este gran inconveniente, los especialistas creen que lo mejor es analizar las muestras de polvo lunar en la misma superficie de la luna. Sin embargo, existe un problema mayor para implementar esta solución. Ya no se envían misiones tripuladas por astronautas desde el año 1972, por lo que no hay nuevos testimonios sobre el aroma de la luna.

Por ahora, el único capaz de dar a conocer el olor de la luna es el escultor de aromas, Michael Moisseeff. Pero hay que esperar a que pueda finalizar su trabajo y lo presente en la exposición del Museo de Toulouse.

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Fuentes: Clarín, BBC, Muy interesante.