Líneas de Blaschko. No es novedad que el cuerpo humano es un sistema complejo. Sin embargo, al día de hoy continúan conociéndose y ampliando investigaciones que llevan décadas sobre el organismo, sus enfermedades, dolencias y demás cuestiones, como es el caso de estas rayas en la piel.
El organismo es uno de los elementos que, a lo largo de la historia, ha sido material de estudio de las distintas ramas de la ciencia y continúa siéndolo ya que se está lejos de conocerlo por completo.
Es que es irónico pensar que los sujetos convivimos permanentemente con el cuerpo y sin embargo no es posible conocerlo en su totalidad. Por eso, quizás, llama tanto la atención de las personas, lo que hace que quieran saber más sobre él.
Por eso, si te interesa este tipo de información y quieres conocer de qué son las líneas de Blaschko este artículo es para vos y a continuación te detallaremos algunos puntos claves para comprender a qué hacen referencia estas rayas en la piel.
Qué son las líneas de Blaschko
Es probable que nunca hayas escuchado hablar sobre qué son las líneas de Blaschko o por qué se producen. Sin embargo, en el último tiempo ha incrementado el interés por conocer sobre ellas e incluso han salido publicados diversos artículos en los medios digitales al respecto.
Por ello, en esta oportunidad, queremos hablar sobre estas rayas en la piel para que puedas saber todo lo que se ha descubierto hasta el momento.
Como se mencionó anteriormente, el cuerpo humano es un organismo muy complejo y al día de hoy continúa investigaciones y ampliaciones a estudios pasados para poder determinar diversas cuestiones relacionadas a él.
Por ejemplo, con los avances actuales en la genética se han podido diagnosticar diversas afecciones de la piel, que tiene una disposición lineal debido a mosaicismos cutáneos. Si bien existen diferentes patrones, las líneas de Blaschko son uno de los más comunes y frecuentes.
Ahora bien, ¿a qué hacen referencia las líneas de Blaschko? Este patrón consiste en líneas imaginarias, formadas por un trastorno en la migración celular durante la embriogénesis y se subdivide en líneas angostas, o finas, y anchas, que se han determinado a través de diversos estudios.
Las mismas pueden aparecer en enfermedades congénitas (de nacimiento), trastornos pigmentarios, enfermedades monogénicas (genes), pero también en aquellas adquiridas de manera crónica inflamatoria, como atrofia, por ejemplo.
Para poder explicar de manera más sencilla, estas líneas de Blaschko están presentes en el organismo desde que la persona nace, y se extienden de la cabeza a los pies. A medida que el sujeto crece también aparecen más de estas rayas.
Las formas son diversas: suben y bajan por las extremidades; en otros sitios realizan espirales, como es en el caso de la cabeza; se hacen más lisas en la espalda y abstractas en la parte de las caderas.
Estas líneas fueron descubiertas por el dermatólogo alemán Alfred Blaschko a finales del siglo XIX, a partir de una investigación que realizaba sobre erupciones, marcas de nacimiento y lunares en la piel de sus pacientes.
Si bien estas rayas son invisibles, se volvían visibles bajo ciertas circunstancias específicas, por lo que el dermatólogo había notado a través de la investigación anteriormente detallada que muchas líneas seguían patrones similares.
Aunque se conocían otras líneas, como las de Langer, que son las que marcan los lugares de menor tensión en la piel y pueden ayudar a que las heridas sanen mejor, en este caso las rayas no se correspondían con nervios o vasos sanguíneos, ni con el sistema muscular o el linfático.
Fue así que, después de estudiar el caso recopilar datos de un grupo de pacientes con ciertas afecciones de la piel, en 1901, el especialista presentó sus hallazgos en un congreso de dermatología.
Su presentación se denominó "La distribución de los nervios en la piel en su relación con las enfermedades de la piel, en donde señaló que sin que hubiese sido su intención, prácticamente sin querer, esta dermatosis y lesiones en la piel que formaban rayas se habían convertido en el objeto de estudio principal de su investigación, que recordemos, era sobre erupciones, lunares y marcas de nacimiento.
Si bien esto fue el inicio del estudio sobre estas rayas que llevan su nombre, líneas de Blaschko, la investigación fue sumamente importante y sembró las bases para posteriores estudios al respecto.
Incluso, sus sospechas de que estas líneas tenían su origen en la etapa embrionaria, dado que muchos trastornos de la piel que seguían estas líneas estaban presentes al nacer, guiaron la investigación luego de un siglo.
Fue así que, 100 años después, los especialistas de la Universidad de Marburgo, Alemania, Rudolf Happle y Atessa Assim, siguieron detallando más información sobre qué son las líneas de Blaschko.
Para esto, estos médicos examinaron nuevos casos, en esta oportunidad 186 lesiones que se encontraban en la cabeza y cuello de las personas y fue así que encontraron que las líneas en la cara mostraban una forma similar al reloj de arena, que se juntan en la nariz.
Sin embargo, en otras zonas como en el cuero cabelludo, la forma de las líneas de Blaschko presentaban forma de espiral y en otras zonas formaban ángulos de 90° grados.
Tiempo después, la investigación fue continuada por la citogenetista británica Mary Lyon, que junto al aleman Happle, llegaron a una hipótesis en la que se sostiene que son reliquias celulares del desarrollo. Todas las personas empiezan siendo una sola célula que se va reproduciendo a medida que el cuerpo crece.
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En este sentido, a medida que las células de la piel se dividen para multiplicarse y llegar a cubrir el cuerpo que crece con el tiempo. Así, cada nueva línea celular empuja a las que ya existen y es así como se van realizando distintas formas.
Dicho en términos médicos, las líneas de Blaschko son la evidencia molecular de esto. Los recorridos de los melanocitos, las células profundas de la epidermis encargadas del pigmento, por ejemplo, quedan marcados en el cuerpo.
Se forman cuando en etapa embrionaria, es decir cuando los sujetos son sólo un grupo de células que han heredado un cromosoma X del padre y de la madre. Como sólo necesitan uno, seleccionan cuál desactivar y así las células se dividan y tendrán una versión u otra de ADN.
De esta manera, las personas pueden heredar dos pieles embrionarias distintas genéticamente que se arremolinan, pero no se mezclan. El resultado de esto, son patrones, generalmente no visibles en los humanos, pero que se pueden observar a partir de enfermedades cutáneas o erupciones, lo que se conoce como líneas de Blaschko.
Cabe destacar que este tipo de estudios e investigaciones que amplían la información que se conoce hasta el momento sobre el cuerpo humano colabora a que los médicos puedan diagnosticar mejor las afecciones de la piel. Además, ayuda a que los sujetos conozcan aún mejor su propio organismo.
Ahora ya conoces cuáles fueron las investigaciones, de qué manera se descubrieron las líneas de Blaschko y a qué hacen referencia. ¿Alguna vez habías escuchado hablar sobre ellas?¿Qué otra información sumarías con respecto a estas rayas en la piel?
Fuente: BBC