La contaminación cruzada se ha convertido en una de las principales causas de varias enfermedades, provocadas por la ingesta de alimentos contaminados. Por lo que es importante conocer qué es, cómo se produce y más importante aún, cómo prevenirla.
Ya que la contaminación cruzada puede poner en riesgo la salud de muchas personas, debido a la cantidad de bacterias que puedan entrar al organismo. En este sentido, es esencial mantener ciertas medidas al momento de manipular o ingerir cualquier tipo de alimentos.
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¿De qué se trata la contaminación cruzada?
La contaminación cruzada es un proceso en el que diversos agentes contaminantes, como virus, bacterias y toxinas, pasan de una superficie a otra. El contacto puede darse de manera directa o indirecta, es decir, puede pasar de cualquier alimento a otro. Incluso hay casos en donde este tipo de contaminación, se produce de una superficie a uno o varios alimentos.
Asimismo, la contaminación cruzada también puede generarse a causa del contacto con alimentos peligrosos para un determinado grupo de personas. En este caso, se trata de alimentos que pueden ser consumidos por la mayoría, pero que son altamente perjudiciales para otra.
Entre estos se encuentran la lactosa, gluten y otros considerados como alérgenos. Su consumo podría ser muy riesgoso para la salud de las personas alérgicas a este grupo de alimentos. Ya que incluso una pequeña ingesta puede generar una reacción alérgica muy grave.
¿Cuántos tipos de contaminación cruzada existen?
Ahora bien, existen dos tipos de contaminación cruzada, la primera por contacto directo, mientras que la segunda se produce de forma indirecta. Es muy importante tener presente esto, puesto que es uno de las claves para evitar este tipo de contaminación en el hogar.
Contaminación cruzada por contrato directo
Se produce cuando un alimento que ya ha sido contaminado, pasa a estar en contacto directo con otro que, antes de dicho contacto, no lo estaba. La manera más común en la que ocurre este tipo de contaminación, es cuando se mezclan alimentos que no han sido correctamente higienizados, con otros que si lo están.
Un ejemplo bastante claro de contaminación cruzada por contacto directo, es al momento de preparar una ensalada. Si se añade un tomate que no ha sido previamente lavado, contaminaría al resto de los ingredientes de la ensalada.
Del mismo modo, puede ocurrir este tipo de contaminación cuando no se ordenan correctamente ciertos alimentos dentro del refrigerador. Muchas personas suelen colocar los alimentos crudos junto con los que ya están listos para su consumo. Esto no se puede hacer, ya que la mayoría de los alimentos pueden contaminarse y poner en riesgo la salud de la persona que los ingiera.
Contaminación cruzada por contacto indirecto
En el caso de la contaminación por contacto indirecto, ocurre cuando el o los agentes contaminados, se transportan a los alimentos por medio de otros elementos. Se produce con mucha frecuencia al usar un cuchillo, herramientas o equipos de cocina, tablas para picar, etc.
La contaminación cruzada por contacto indirecto se puede dar cuando se utiliza un cuchillo para corta un alimento crudo y luego uno cocido sin antes lavarlo. Por ejemplo, cortar carne cruda y seguidamente usar el mismo cuchillo para partir un trozo de pastel o una fruta que será consumida en ese mismo momento.
¿Cómo se produce la contaminación cruzada?
La mayoría del tiempo, los agentes contaminantes logran alojarse en los alimentos sanos a través de dos procesos fundamentales.
Preparación de la comida
La elaboración de cualquier tipo de comida debe hacerse de la manera más higiénica posible, de lo contrario, puede provocar contaminación cruzada. En este caso, la persona encargada de preparar la comida y los utensilios que se usarán, tiene mucho que ver en este tipo de contaminación.
Además, existen ciertos hábitos que no pueden realizarse durante la preparación de la comida. Ya que pueden liberarse sustancias perjudiciales que, posteriormente, se alojarán en los alimentos. Algunas de las prácticas inadecuadas son: masticar chicle, fumar, tirar la basura muy cerca del área donde se cocinan o se comen los alimentos.
Almacenamiento
Cuando se trata de contaminación cruzada, hay que tener en cuenta lo siguiente: los alimentos crudos y aquellos que ya están listos para consumir, son completamente diferentes. La comida cruda puede contener múltiples bacterias que pueden transmitirse a otros alimentos tanto crudos como cocidos.
Por lo tanto, lo más recomendable para prevenir este tipo de contaminación, es clasificar y almacenar los alimentos crudos y cocidos por separado. Puede que sea un poco difícil, especialmente cuando se trata de una familia grande, pero lo mejor es tener al menos dos o más lugares que sirvan para el almacenamiento.
Si solo hay una nevera para guardar los alimentos, entonces es importante ordenarlos correctamente para que no se mezclen. Esto significa, que la comida cruda debe estar bien refrigerada para evitar que sus líquidos caigan encima de comida preparada. Por su parte, el resto de los alimentos debe guardarse en envases herméticos y asegurarse de que estén bien cerrados.
¿Qué hacer para prevenir la contaminación cruzada?
Teniendo presente que es y cómo se produce la contaminación cruzada, tanto directa como indirecta, también es importante saber cómo prevenirla. Ya que la prevención es la mejor forma de evitar la contaminación de los alimentos y por supuesto, las enfermedades.
Por esta razón, a continuación te mostramos qué debes hacer para prevenir la contaminación cruzada.
Mantén una correcta higiene
Una buena higiene es fundamental para mantener a raya a las bacterias, por lo tanto, es necesaria para prevenir la contaminación cruzada. Para lograrlo, es importante lavar las manos con abundante agua y jabón. Esto debe hacerse antes y después de la preparación de los alimentos, lo mismo ocurre con la hora de comer.
Durante la preparación de la comida, siempre hay que lavarse las manos antes de entrar en contacto con distintos alimentos. También hay que realizar el mismo proceso cuando se abre y se cierra la nevera o refrigerador.
Lava las frutas y vegetales
Para evitar la contaminación cruzada no solo hay que lavarse las manos, también es importante higienizar las frutas y los vegetales. Esto debe hacerse antes y después de consumirlos, nunca se recomienda cocinar vegetales antes de lavarlos y mucho menos, mezclarlos con otros alimentos que si están higienizados.
Uno de casos más comunes de contaminación cruzada ocurre con algunos alimentos que se usan como ingrediente para ensaladas. Por ejemplo, los tomates y la lechuga, alimentos que pueden contener un gran número de bacterias muy perjudiciales para la salud.
No mezcles alimentos preparados con los crudos
Tal como se explica en la parte anterior, una de las causas de este tipo de contaminación es mezclar alimentos crudos y cocidos. Para evitarlo, es necesario guardarlos en envases diferentes y ubicarlos de manera separada dentro de la nevera.
Los alimentos crudos deben estar siempre bien refrigerados y lejos de la comida cocida para evitar que sus líquidos puedan contaminarla. Se recomienda el uso de recipientes herméticos para que la comida se mantenga lo más preservada y fresca posible.
Cubrir los envases con paños de cocina limpios o papel aluminio, también puede ser bastante útil. Especialmente, cuando se almacena alimentos crudos como la carne o el pescado, ya que son alimentos muy delicados y vulnerables a las bacterias.
Limpia muy bien los utensilios y herramientas de cocina
Mantener limpios los utensilios de cocina es de mucha importancia durante y después de preparar la comida. No solo hay que lavarse las manos, cada uno de los utensilios y herramientas de que usen para cocinar, deben estar correctamente higienizados.
El área de la cocina también debe estar limpia y desinfectada, se aconseja lavar el espacio con agua caliente y jabón para matar las bacterias. También para evitar que queden restos de comida que puedan contaminar los alimentos que se usen en la próxima preparación.
Nunca utilices el mismo cuchillo
Muchas veces, las personas cometen el error de picar la carne o pescado con el mismo cuchillo con el que, previamente, cortaron frutas o vegetales. Esto nunca debe hacerse, lo correcto es lavar el cuchillo antes de preceder a cortar otro alimento.
Otra de las opciones es usar varios cuchillos diferentes, por ejemplo, uno para las carnes, otro para los vegetales y las frutas. Igual hay que asegurarse de limpiarlos luego de realizar el corte de los alimentos.
Lo mismo ocurre con la tabla de picar, ya que es uno de los utensilios más utilizados en la cocina para cortar varios tipos de alimentos. Es muy importante lavarla después de picar, sobre todo si rebanaste carne o pescado y ahora quieres hacer lo mismo con frutas o vegetales.
Ejemplos de contaminación cruzada
Una de las mejores formas de entender la contaminación cruzada, es a través de ejemplos sencillos. Tal como los que mostraremos a continuación:
- Manipular alimentos frescos sin antes lavarse las manos apropiadamente.
- Trocear vegetales en misma tabla de picar en la que antes, se usó para cortar carne.
- Picar queso o embutidos con el mismo cuchillo con el que se cortó carne o vegetales.
- Colocar alimentos en superficies con poca higiene.
- Que el paño de cocina entre en contacto con los alimentos durante su preparación.
- Mezclar alimentos crudos y cocidos dentro del refrigerador.
- Utilizar utensilios y recipientes que no estén limpios.
- Cocinar en un espacio que no ha sido higienizado.
Fuentes: Mejor con salud, Manipulador de alimentos, Fundación San Rafael.