Aceptar el cambioes difícil, sobre todo, a veces, para quienes han vivido mucho. Ellos sonrenuentes a lo que “antes funcionaba”, y por eso parece que la intolerancia crececon la edad y que siempre son los jóvenes los que aceptan lo diferente o puedendarle una oportunidad a lo que antes estaba prohibido. Eso es lo que a veces sucede conla terapia. Muchas más personas podrían beneficiarse de ella, pero a veces aferrarse a un paradigma en el que crecieron, donde el psicólogo era "para locos", es lo que los detiene.
Hace décadas iral psicólogo era considerado algo que sólo la gente con problemas mentaleshacía. Si alguien aceptaba que visitaba a un terapeuta era visto como un ser débilde carácter y espíritu, alguien que se quebró ante lo que otros podían soportar.Y aunque desde hace unos años la percepción ha cambiado entre muchos jóvenes;los adultos, que son quienes llegan a necesitarlo urgentemente, a veces dan la espaldaa algo que puede salvar sus vidas.
La vida moderna te lo pide
Hace muchos años la psicología aún se encontraba en pañales, y aunque la vida siempre ha sido difícil, no existía una saturación de imágenes, problemas y deudas como es el mundo contemporáneo. Se dice que, simplemente por el hecho de vivir en una ciudad, hoy un psicólogo debería ser obligatorio. Tampoco hace falta llegar a ese extremo, pero nuestra mente está más expuesta que nunca, y sin un filtro para sacar todo, podemos vivir un infierno en nuestra cabeza.
Ese infierno tiene nombres
Ansiedad, depresión, Trastorno por estrés postraumático y muchas más cosas a veces viven en nosotros como una sombra. A primera vista no están ahí, pero sin duda nos afectan. Hay gente que sufre de depresión por años y hasta que no visita a un experto que le ayuda a combatirla, no sabe qué está pasando en su mente.
A veces un psicólogo incluso puede referir al paciente con otro experto que puede ayudarlo. No olvides que la depresión incluso puede ser a causa de un desequilibrio hormonal y existen curas para ello.
Hay cambios grandes en tu vida
El budismo es una religión con distintos pilares, uno de ellos es aceptar que las cosas cambian y no luchar contra ello. Es algo tan difícil que los monjes budistas meditan por años para aceptar esos cambios, así que no tienes porqué sentirte mal si al terminar una relación, mudarte o perder a alguien importante te invitan a visitar a un psicólogo. De hecho es la mejor decisión que podrías tomar.
Tu mente está en un mal lugar
Los pensamientos que te incitan a hacerte daño o dañar a los demás nunca son buenos. Si un día te encuentras pensando en esas cosas, no tienes porqué comentárselo a todos, pero buscar a un experto que te puede ayudar a llegar a la raíz de esos pensamientos es válido y necesario. Nunca dejes que lo que pasa en tu cabeza llegue a un punto crítico, buscar ayuda siempre es el primer paso para llegar a una solución.
Tus gustos han cambiado
Hay momentos en que sientes que tu vida está resuelta. Vas por un camino y entiendes lo que debes hacer y lo que quieres tener, pero un día te das cuenta que las cosas han cambiado. Este es un gran golpe, pero es más común de lo que crees. Un psicólogo te puede ayudar a resolver esas crisis existenciales, no te dirá qué hacer, pero sí te ayudará a que tú decidas tus siguientes acciones y busques lo que te hace feliz.
No sientes que tengas el control de tu vida
A veces pude ser un trabajo, la escuela o las relaciones a nuestro alrededor, pero todos deberíamos sentir que llevamos las riendas de lo que somos y hacemos. No hay nada de malo en ver un psicólogo sólo para hablar de eso miedos.
La psicología es más que ese estereotipo del diván, realmente se trata de una terapia que puede salvar tu vida, pues muchas veces estamos bien por afuera, pero a veces ni siquiera nosotros sabemos que estamos en el pozo más profundo y oscuro hasta que alguien nos ayuda a iluminarlo.