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Cada día se vuelve más común prestar atención a los deseos de otras personas en lugar de los deseos propios. Aunque en un principio puede que no parezca nada grave, con el pasar del tiempo esta situación se complica y se convierte en un tipo de trastorno. La presión social puede afectar incluso a los niños y en la adolescencia puede volverse peligrosa. Por esta razón, es muy importante saber por qué ocurre y como evitarla.
Presión social ¿En qué consiste?
Se trata de un trastorno provocado por la influencia de una o más personas, esto puede hacer cambiar los valores y creencias de la víctima. La presión social obliga a una persona a modificar cualquier opinión debido a que otros presionan a través de sus comportamientos.
Esta clase de presión se ha vuelto común hoy en día, de hecho, muchos ni siquiera llegan a notarlo. La influencia que ejercen algunas personas sobre otras no suele notarse, ya que ocurre a través de un comportamiento casi natural. Este trastorno puede provocar serias consecuencias en la personalidad y comportamiento de cualquier persona. Esto significa, que la presión social no es un juego y es esencial conocer por qué ocurre y como evitarla.
Una persona que sufre este trastorno puede terminar cambiando por completo su conducta social. Su estado de ánimo puede decaer peligrosamente e incluso el ámbito laboral puede verse afectado.
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Principales características de la presión social
Reconocer a una persona que padece presión social puede ser más sencillo de lo que muchos creen. Esto se debe a que las características de la presión social se concentran principalmente en el comportamiento. Una de las particularidades de este trastorno es que las persona que la padecen solo opinan pensando en los demás. En otras palabras, es muy complicado que sus opiniones se manifiesten en sentido propio, de ser así sería lo contrario a la presión social.
Algunas de las características principales de la presión social son las siguientes:
- Temor de manifestar una opinión que sea propia y que no tenga anda que ver con otros. A esto se le conoce como personalidad introvertida.
- Sometimiento ante cualquier demanda ejercida por una o varias personas. La persona que padece este trastorno pierde la capacidad para establecer límites.
- Las víctimas de este tipo de presión sucumben ante el consumismo. Es decir, desarrollan la necesidad de adquirir bienes idénticos a los que otros poseen.
Las características de este trastorno pueden cambiar dependiendo de la persona afectada, esto según la personalidad y el comportamiento. Un ejemplo bastante claro es observar como una persona extrovertida se deja influenciar por alguna demanda social por parte de un grupo.
No importa las variantes de este trastorno, el patrón siempre seguirá siendo el mismo. Es decir, una persona que se olvida de su propia opinión y se concentra en lo que desean otros.
¿Por qué ocurre la presión social?
Son muchas las razones por las que se puede desarrollar presión social, siendo la etapa de la adolescencia un factor a tener en cuenta. Los adultos también pueden llegar a padecer este trastorno debido a al temor a ser rechazados.
Entre las causas de la presión social se pueden mencionar tres factores importantes, estos son:
Pensamientos: en los seres humanos la mente puede traicionar a más de uno, por lo que la opinión de otros puede influenciar fácilmente. Los criterios y los juicios de otras personas suelen tener un peso muy importante en una persona que sufre este trastorno.
Autoestima: la poca confianza que se tienen las personas hacia sí mismas puede convertirlas en un blanco fácil. En ocasiones se puede ceder por no causar una decepción, mientras que en otras es solo simple generosidad. Confiar más en sí mismos ayuda a evitar caer en la presión social. Una autoestima alta es fundamental para defenderse de la influencia de otros.
Miedo: sin duda este es una de las principales causas de la presión social. Hoy en día es normal sentir miedo por lo que dicen los demás, sin embargo, esto solo provoca presión social. Lo que termina provocando inestabilidad al momento de tomar decisiones importantes y al mismo tiempo, modifica la personalidad.
La ansiedad e inseguridad por formar parte de un grupo social es otro de los factores determinantes en este trastorno. Por lo que se recomienda acudir a un especialista para obtener ayuda inmediata.
Presión social en adolescentes
Sin duda uno de los tipos de presión social más comunes es el que ocurre en adolescentes. Esto se debe a que el hecho de encajar dentro de un grupo social se vuelve algo necesario. Razón por la que amigos e incluso compañeros comienzan a ejercer una continua presión sobre otros. La necesidad de querer formar parte de un grupo, un club, una banda o un equipo cada vez se vuelve más intenso.
La etapa de la adolescencia es muy importante en lo que respecta al desarrollo de la personalidad. Ya que es el momento en el que se manifiestan las primeras opiniones acerca de diversos temas y el criterio inicia su evolución. No obstante, cuando este pensamiento es modificado también incrementa el deseo de pertenencia y es aquí donde empiezan los problemas.
Gran parte de los adolescentes prefieren dejar su propia ideología totalmente de lado solo por pasar a ser parte de un grupo social. Normalmente la solución a esta situación aparece con el transcurrir del tiempo, ya que la persona afectada opta por respetar sus convicciones personales. Abandonando la idea de hacer todo lo necesario solo por el hecho de sentirse aceptados. No obstante, algunos adolescentes se sienten cómodos manteniendo los ideales de otros, por lo que terminan adoptando los mismos.
Por otro lado, este trastorno emocional no siempre suele ser negativo, ya que también existe la presión social positiva. La misma se desarrolla dentro del núcleo familiar gracias a los padres y a los miembros de mayor edad que hacen de influencia positiva. Sin embargo, existen casos en donde la presión social en la familia se vuelve negativa y al final termina convirtiéndose en un problema.
¿Cuáles son los pasos para evitar la presión social?
Ahora bien, para sobreponerse a las consecuencias de la presión social es esencial saber cómo evitarla para poder hacerle frente. Poner límites es solo el primer paso para que la situación no se agrave. No obstante, es necesario llevar a cabo las siguientes recomendaciones:
Definir los ideales propios
La convicción propia es fundamental para evitar caer ante la presión social. Establecer principios y mantenerlos es necesario, de esta forma no será fácil dejar que otras personas ejerzan su influencia sobre otros. En ocasiones la necesidad de aprobación se vuelve más importante que los ideales propios y nunca hay que dejar que esto pase.
Escoger mejor a los amigos
Tener amigos que compartan las mismas ideas es otra de las claves para evitar la presión social. Los verdaderos amigos no ejercen influencia sobre otros, todo lo contrario, hacen lo posible por ayudar en situaciones complicadas y aceptan a otros tal cual como son. La aceptación y el respeto por otros fortalecen los vínculos y crea las mejores amistades.
Levantar la autoestima
Una baja autoestima te hace blanco fácil de las influencias negativas de otros, por lo que siempre es importante no bajar la autoestima. Cabe destacar que desde la infancia los padres hacen lo posible por inculcar valores y ayudar a desarrollar una buena autoestima. Sin embargo, al llegar a la etapa de adultez es fundamental fortalecerla para sobreponerse a la presión de otros.
Alejarse
La mala influencia y la manipulación perjudican emocionalmente a las personas que sufren de presión social a diario. Por lo que una de las recomendaciones para evitarla es alejarse de dicho ambiente lo ante posible. Mantener una distancia prudencial ante ciertas personas o grupos sociales no tiene que convertirse en algo malo. Todo lo contrario, es muy beneficioso ayuda mucho a encontrar el bienestar propio.
Por otro lado, las personas que padecer de presión social necesitan ayuda de un especialista lo antes posible. Puede que no lo parezca, pero la presión por parte de otra persona o grupo social puede ser muy perjudicial para la salud emocional. El crecimiento y la ideología personal es parte importante en el desarrollo de cualquier persona y nunca se debe caer en la influencia negativa de otros.
Fuentes:
