La mitad de los tiburones desaparecieron desde 1970: el riesgo es alto y es el resultado de una nueva investigación a la cabeza de científicos de Canadá publicada en la prestigiosa revista Science. De hecho, las poblaciones de peces condrictios (es decir, tiburones, rayas y quimeras) se redujo ya más de 50% desde hace solo 55 años.

El principal culpable de la desaparición de estas especies tan esenciales para el ecosistema marino es la pesca abusiva y, en muchos casos, prohibida. De hecho, la aleta de tiburón es uno de los productos más valorados en el mercado asiático, porque, además, de forma equivocada, se la atribuye un efecto contra el cáncer.

Y esto sucede como consecuencia de la práctica desde el año 1970: en el Índice de la Lista Roja (ILR) de las especies marinas, el riesgo de extinción de los condrictios aumentó un 19%.

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La desaparición masiva de los tiburones y rayas tiene ya efectos importantes sobre otras especies y ecosistemas acuáticos.

La mitad de los tiburones desaparecieron desde 1970: el riesgo es alto

Según este estudio, llevado a cabo por expertos de la Universidad canadiense Simon Fraser, la sobrepesca de estas especies comenzó en sus hábitats cercanos a la costa y podría eliminar hasta el 22% de sus funciones ecológicas.

Los condrictios son un grupo antiguo y ecológicamente diverso de más de 1.199 especies de peces que están cada vez más amenazados por las acciones humanas. Además, este grupo de científicos destaca la existencia de otros graves problemas que están provocando la muerte en masa de los tiburones y las rayas, como son la degradación de sus ecosistemas, el cambio climático y la contaminación, porque generan la desaparición de más de un tercio de estos peces.

"Los declives se produjeron primero en ríos, estuarios y aguas costeras cercanas a la costa antes de extenderse por los océanos y luego a aguas marinas profundas", explica el profesor Nicholas K. Dulvy, de la Universidad Simon Fraser de Canadá.

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Especies en peligro

Las especies más afectadas son los peces sierra y los peces guitarras, seguidas por las grandes rayas de aguijón, rayas águila, angelotes, tiburones martillo y tiburones réquiem. "Finalmente, las pesquerías se centraron en los tiburones y rayas de aguas profundas para el comercio de aceite de hígado y carne", subraya también este investigador canadiense.

Además, esta desaparición masiva de los tiburones y rayas tiene ya efectos importantes sobre otras especies y ecosistemas acuáticos. En este sentido, los tiburones y las rayas son depredadores importantes, y su declive altera las redes tróficas en todo el Océano.

Por ejemplo, "los tiburones de arrecife son vitales para transferir nutrientes de aguas más profundas a los arrecifes de coral, ayudando a mantener esos ecosistemas", puntualiza Nathan Pacoureau, que trabaja en el Instituto Europeo para Estudios Marinos, de la Universidad de Brest, en Francia. Por su lado, las rayas son además importantes animales forrajeros que combinan y oxigenan los sedimentos, influyendo en la productividad marina y el almacenamiento de carbono.

Hay soluciones

A pesar de estos deseperantes datos, el equipo de estudiosos subraya que hay medidas que ya indicaron su eficacia para poder conservar a los tiburones y las rayas. "Este análisis apunta a soluciones" finaliza Colin Simpfendorfer, profesor de la Universidad James Cook de Australia.

En específico, los gobiernos pueden reducir el riesgo de extinción minimizando la presión pesquera hasta niveles sostenibles, reforzando los controles sobre los barcos de pesca ilegales y eliminando las subvenciones perjudiciales.