Una hipótesis inesperada: el interior de la Tierra conserva restos de otro planeta. Hay vestigio de un choque entre nuestro planeta y otro cuerpo espacial, hace 4.500 millones de años. Algo que pocos imaginaban y que causa interrogantes.
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Una publicación realizada en la revista Nature
El trabajo se hizo con dos datos: muestras del interior terrestre y con modelos hechos con computadora. Es así como se dedujo que hay dos zonas extrañas, fuera de lo común, cerca del núcleo de nuestro planeta.
¿Qué hace diferentes a estas “zonas anómalas”? Son cuestiones como densidad y materiales. Incluso, se sospecha que son zonas más parecidas a la constitución de la Luna que a la de nuestra Tierra. ¿Cómo se explica este raro hallazgo?
Al parecer, un “proto-planeta” impactó a la Tierra hace millones de años. Debido a este choque, se formó la Luna; que es un fragmento de ese antiguo “proto-planeta”. Una manera de entender la evolución de nuestra Tierra.
El antiguo proto-planeta ha sido bautizado como Theia
Se cree que era un planeta en formación: poco denso, de escaso tamaño y con una órbita errante. Todo indica que Theia impactó con la Tierra cuando nuestro planeta aún era poco denso y por eso Theia fue absorbido por la masa terrestre.
Un fragmento del proto-planeta dio lugar a la Luna. El resto, quedó en el interior de la Tierra, dando lugar a las zonas de “materiales y densidad extrañas” en el núcleo terrestre. Todo esto se calcula que sucedió hace 4.500 millones de años.
Los datos concretos que hacen pensar en el impacto de un proto-planeta son los siguientes:
1) Las zonas extrañas tiene una velocidad sísmica muy lenta, mucho más lenta que el resto del planeta Tierra.
2) En estas regiones los materiales son entre un 2% y un 3,5% más denso que en el manto circundante.
3) Todo lo anterior se detecta a una profundidad de unos dos kilómetros bajo la superficie.
¿Qué se dice acerca de la formación de la Luna?
El tema del origen de la Luna siempre ha prestado a variadas suposiciones. Los análisis de rocas lunares revelan que el satélite natural tiene una composición diferente a la de la Tierra, por lo que supone que su origen es por un cuerpo extraño a nuestro planeta.
En este caso, se cree que Theia se partió en varios pedazos. Al ser un proto-planeta pequeño; la mayor parte de sus fragmentos quedó dentro de la Tierra. Luego, un trozo de Theia quedó orbitando en derredor de la Tierra y conformó el satélite natural.
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¿Qué otros datos revela esta investigación? Hay varias cosas interesantes, pero por ahora no se pueden colegir más aspectos. En dado caso, ya es una pista para entender la formación de la Tierra y de la Luna.
Fuente: Noticias Ambientales.