Este animal de cuatro patas ha sido bautizado como el Rey de la Montaña y deambula libremente por la Montaña de los Siete Colores. Consentido por guardaparques y habitantes del lugar, se ha vuelto sumamente popular durante los últimos años.
Hay que recordar que en Perú hay muchos atractivos turísticos. Es un país con lugares como el Machu Picchu, las Líneas de Nazca, el centro histórico de Lima y muchos sitios más. Sin duda, se trata de un país lleno de sorpresas y con una gastronomía de fama internacional.
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¿Qué es la Montaña de los Siete Colores?
También conocida como la Montaña Arcoiris, o montaña Vinicunca, se encuentra al sureste de la ciudad de Cusco, en la cordillera de Vilcanota, a una altura de 5.200 metros sobre el nivel del mar, específicamente en el distrito de Pitumarca.
Su nombre obedece que sus laderas exhiben colores muy intensos: fucsia, turquesa, azul claro y rocas de color dorado. Es un verdadero espectáculo visual.
¿Por qué la montaña tiene este colorido?
Obedece a una compleja evolución geológica. Lo cierto es que es el resultado de sedimentos de diversos estratos, entre los que podemos mencionar:
-Rosado: mezcla de capas de arcilla roja y arena.
-Verde: aparece en capas ricas de ferro magnesiano y óxido de cobre.
-Pardo o amarillo: arena combinada con azufre.
-Rojo: es cuando se depositan arcillas en estado pudo.
-Blanco: las franjas blanquecinas procedes de mezcla de caliza y polvo de cuarzo.
Lo cierto es que muchos turistas suelen ir a ver este espléndido sitio. Y en tiempos recientes, un simpático perro se ha domiciliado en este lugar. Recorre las coloridas montañas y divierte a las personas con sus ladridos o travesuras.
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Un perro es el guardián de este sitio con aspecto de arco iris geológico
Este particular perro, también conocido como Doc o Bobby, recibe a los turistas de mejor manera y meneando su cola. Acompaña a todos en las caminatas y guías dirigidas. Durante el recorrido, se encarga de dar compañía y mucho cariño.
Este perro tiene ya varios años en esta actividad. Nadie lo llevó, nadie lo entrenó. Es un animal sin dueño, libre, que simplemente hizo de ese lugar su hogar. Además, ha querido ser un compañero fiel que a todos encanta.
¿Qué pide este perro a cambio de su compañía? Nada, solo que lo mimen y le hagan cariños. Por supuesto, la gente siempre le da algo de comer.
¿Qué te parece la historia de este simpático perro? Nos demuestra que los animales son muy cariñosos. Por eso, debemos cuidarlos y entender que son nuestros amigos.
Fuentes: