Desde el punto de vista turístico, Letonia es un país bastante desconocido. Su historia reciente de independencia de la URSS en 1991 hace que se encuentre rodeada por Estonia al norte, Rusia al este, Bielorrusia al sureste, Lituania al sur y el Mar Báltico al oeste, lo que contribuye a una mezcolanza de culturas.
Hemos seleccionado los 8 lugares que, siempre bajo nuestro punto de vista, son indispensables en tu paso por esta pequeña nación. Por supuesto, existen otros muchos bonitos términos que podrías visitar dependiendo de tus gustos personales. Para organizar nuestras propuestas, comenzamos en la capital para dirigirnos en dirección oeste e ir dando un rodeo en forma circular. ¡Esperemos que os gusten!
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RIGA
Independientemente de si viajas solo, en pareja, amigos o familia, la vibrante capital letona es un destino ideal, pues dispones de infinidad de actividades a tu alcance. La ciudad bañada por el Río Daugava fue declarada Patrimonio de la Humanidad y nos muestra una delicada combinación de casas renacentistas y edificios modernistas. No en vano, es uno de los lugares del mundo con más inmuebles de estilo Art Noveau.
El casco antiguo o Vecriga exhibe unas bonitas y coloridas calles de estilo medieval, aunque en su mayoría tuvo que ser reconstruido en la década de los 90. Uno de sus puntos más emblemáticos es la Plaza del Ayuntamiento, donde se hallan el consistorio, la catedral, el Castillo de Riga y la Casa de las Cabezas Negras, un edificio que fue la sede de los comerciantes extranjeros durante el siglo XVII. La estatua de Roland representa la libertad y la justicia y la punta de su espada representa el kilómetro 0, lugar desde donde parten todas las vías.
Además, te recomendamos probar el bálsamo negro, un fuerte licor de hierbas mezclado con vodka, pues dicen que si no lo pruebas es como si no hubieras estado en Riga.
JURMALA
Por su cercanía y el encanto de la arquitectura de sus villas de madera, se trata de la típica excursión en toda visita a Riga. Los más de 20 kilómetros de arena convierten a esta playa en una de las más extensas del norte de Europa y un ambiente tranquilo donde conectar con la naturaleza. Tras un ajetreado día visitando los manantiales de azufre o disfrutando los musicales en la sala Dzintari, podremos relajarnos en una sublime sesión de spa en ciudad balneario.
KULDIGA
Conocida como la ‘Venecia letona’, arroyos y canales del río Aleksupite sortean las casas de madera, jardines y callejuelas de piedra de esta carismática población. Si esto fuera poco también podremos disfrutar de la maravillosa Cascada de Venta, que con 270 metros es la más ancha de Europa. La primavera y el otoño son las estaciones ideales para ver saltar a los salmones.
LIEPAJA
Liepaja es la tercera urbe más importante del país y muestra una historia curiosa, pues fue la capital durante un breve espacio de tiempo en la I Guerra Mundial. De hecho, es en realidad una ciudad dividida, pues una mitad es el centro tradicional y la mitad norte es más conocida como Karosta, la cual fue una ciudad militar secreta rusa. Por ello, la arquitectura de Liepaja varía según el lugar donde te encuentres.
Su nombre significa ‘ciudad de los tilos’, debido a la gran cantidad de árboles de esta especie plantados en sus calles. Presenta una animada vida cultural y lugares de interés como la Iglesia de la Santísima Trinidad, la Casa de los Artesanos o la Basílica de Santa Ana. No debemos marcharnos sin conocer las agradables playas de Vecliepaja y Dienvidrietumi.
PALACIO RUNDALE
Construido en el siglo XVIII por orden los Duques de Courland, el Palacio de Rundale se sitúa como uno de los edificios barrocos más bellos de los países bálticos. Pese a que no goce de la misma popularidad que el Palacio de Invierno y el Gran Palacio de Perterhof de San Petersburgo en Rusia, fue igualmente fue diseñado por el arquitecto italiano Rastrelli.
SIGULDA
Su ubicación en medio de un entorno verde la han hecho ganarse el sobrenombre de la ‘Suiza letona’. De hecho, desde aquí dispones de multitud de actividades al aire libre, como la afamada ruta de senderismo “Three Castle Route”, que pasa por el Castillo de Sigulda, el Castillo de Turaida y las ruinas del Castillo Medieval de Krimulda. Además, en esta región se encuentran algunas de las mejores áreas para la práctica del esquí, como Pilsētas, Kordes and Kaķīškalns.
CESIS
Con más de 800 años de vida, los adoquines de las calles de Cesis dejan patente que se trata de una de las localidades más longevas del país. Tanto el Castillo de Cesis, del siglo XIII y prácticamente derruido, como el Nuevo Castillo de Cesis, que data del siglo XVIII, son los grandes referentes de la ciudad. Los amantes de la cebada disfrutarán de una visita a la fábrica de cerveza construida en el siglo XIX.
PARQUE NACIONAL DE GAUJA
La extraordinaria riqueza natural de Letonia no es ningún secreto. El país goza de increíbles reservas como el Parque Nacional de Gauja. Este espacio conserva acantilados de arenisca, formaciones rocosas y diversas grutas y cuevas que fascinarán a los amantes de la espeleología. Gutmanala, la gruta más ancha y alta de los países bálticos, y La Roca del Águila o ‘Erglu Klintis’, formación que alcanza una altura de 22 metros y se extiende a lo largo de 700 metros, merecen especialmente tu atención. Es el entorno ideal para realizar rutas de senderismo, ciclismo y piragüismo de distintos niveles.
Aquí concluimos nuestra visita a un país que sorprende, a una región discreta que nos brinda una miscelánea de ciudades y pueblos con encanto, una tranquilidad pasmosa y una gran dosis de naturaleza.
“Hemos remado bien dice la pulga, cuando el pescador ataca”, Proverbio letón.