Sin lugar a duda, cuando se planifica un viaje una de las cosas que menos se tiene en cuenta esel tema de las cascadas. Es que no pasa por nuestra mente que entre ciudades,templos y montañas, las cascadas puedan ser lo mejor que veremos.
Sin embargo,la mayoría de las personas que visita una cascada durante sus viajes siempredice que ese es uno de sus mejores recuerdos.
Las caídas de agua tienen una razón para ser memorables. Aunque las veamos en fotos y videos, enfrentarnos a la fuerza de la naturaleza y a millones de litros de agua cayendo vertiginosamente nos hace entender lo pequeños que somos en el mundo, además de que nos recuerda toda la belleza que existe en el mundo.
Estas son las cascadas más impresionantes del mundo por las que vale la pena recorrer kilómetros o caminar durante horas sólo para verlas.
Cataratas del Niágara
Las más famosas del mundo que reciben a más de 14 millones de visitantes al año. Se encuentran entre Ontario y Nueva York y consiste de tres distintas cascadas: la catarata estadounidense, canadiense y Velo de novia.
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Cataratas Victoria
En la frontera entre Zimbaue y Zambia se encuentra este gigantesco salto de agua que tiene una anchura de 1.7 kilómetros y hasta 108 metros de alto. Debido a que el agua cae en un abismo que salpica agua formando una especie de neblina, es conocida en su lengua indígena como Mosi-oa-Tunya (“El humo que truena”).
En las cataratas victoria puedes hacer salto bungee y también se encuentra la infame y cardiaca piscina del diablo, una piscina natural en la que puedes entrar, pero el borde es lo único que te separa de una caída libre de 108 metros.
Cataratas Kaieteur
Sudamérica tiene las mejores y más grandes caídas de agua del mundo. La primera prueba se encuentra en Guyana, en donde las cataratas Kaieteur son consideradas las más poderosas del mundo. De ella caen 663 metros cúbicos de agua por segundo desde una altura de 226 metros, eso es cinco veces más que las del Niágara y el doble que las Cataratas Victoria.
Salto Ángel
La caída de agua más grande del mundo se encuentra en Venezuela. Tiene una altura de 979 metros (807 de caída ininterrumpida) y debe su nombre al aviador estadounidense Jimmie Angel, que en 1937 por sus proezas aeronáuticas corroboró su existencia. Se encuentra en el Parque Nacional Canaima y debido a la complejidad del terreno, sólo se puede llegar ahí en avioneta.
Cataratas del Iguazú
Tal vez no son las más grandes, pero sí las más impresionantes. Iguazú es algo que todos deberían tener en su lista de cosas que ver antes de morir. Tal como lo dijo el botánico Robert Chodat hace más de 100 años: “Cuando nos encontramos al pie de este mundo de cascadas, y alzando los ojos vemos, a 82 metros por encima de nosotros, el horizonte ocupado por una línea de aguas, el asombroso espectáculo de un océano cayendo a raudales en un abismo es casi escalofriante”.
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Cada uno de estos destinos vale la pena, no sólo por las caídas de agua, sino por todo lo que se puede hacer en los pueblos y ciudades adyacentes. Por eso las del Niágara son las más visitadas. Entre dos ciudades cosmopolitas, las cascadas son un recuerdo que la naturaleza siempre está presente.