Nota por Martina Álvarez
Lic. en Comunicación social & Buceadroa profesional
Instagram: @martinaalvarezmar
Blog: Facebook/almarvoy
En el hemisferio sur llega el verano, viene el calor y no nada más lindo que refrescarse con el agua de mar. Ponerse el traje de baño para sumergirse en el océano, sentir el placer de las olas y, quienes pueden, disfrutar de surfearlas.
Ir a la playa nos dibuja una sonrisa salada en el rostro que puede durar toda las vacaciones. Muchos lo anhelan todo el año; otros, en cambio, tienen la suerte de vivir cerca de la costa.
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Toda esta diversión es posible gracias a la existencia de un elemento fundamental de la naturaleza: El océano.
Este gran mundo azul, lamentablemente, hoy se encuentra contaminado por nuestro modo de consumo. Según la organización internacional No Plastic Oceans:
• Más de 8 toneladas de basura son arrojadas al océano cada año.
• 1 de cada 3 especies de mamíferos marinos se ha enredado en plásticos.
• Más del 90% de los pájaros que se alimentan de peces tiene basura en su estómago.
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Ya sea que te guste la playa, la montaña o la ciudad, tienes que saber que los océanos contienen el 97% del agua del planeta, producen más de la mitad del oxígeno que respiramos, regulan la temperatura y absorben una gran cantidad de carbono. ¿Por qué no cuidarlos entonces?
Por eso, aquí te comparto algunos tips para que tengas unas vacaciones “Ocean-friendly”, siempre priorizando al más lindo: el mar.
1- Evita usar cubiertos de plástico y pajitas (sorbetes, bombillas o popotes).
2- Usa bolsas de tela SIEMPRE.
3- Colabora en alguna limpieza de playas.
4- No arrojes las colillas de cigarrillo al suelo, mar o arena.
5- Usa tu propia botella de agua.
6- Usa tu propia taza de café.
7- Utiliza protector solar que no dañe el océano.
8- Consume productos sustentables que actuén responsablemente con el ambiente.
9- Si ves a alguien arrojando plástico a la playa puedes decirle amablemente que es muy malo para el océano. A veces la gente solo necesita informarse.
El plástico no solo contamina a nuestros océanos sino que también afecta a la pesca, al turismo y a nosotros. Como eslabones finales de la cadena alimenticia, al alimentarnos de pescado, si éstos confundieron residuos con alimento, estaríamos comiendo plástico también nosotros.
Con todo esto podemos decir que dependemos del mar, vivamos o no cerca de él. “Cada vez que respiras estás conectado al mar. No importa en qué parte de la Tierra vivas. La mayor parte del oxígeno en la atmósfera es generado por el océano", Sylvia Earle oceanógrafa reconocida a nivel mundial.
Más allá de que (a veces) no se vea desde la superficie, el mar se encuentra contaminado por el plástico que consumimos y está en nuestras manos hacer algo al respecto. Incluyamos en nuestros objetivos del 2018 disfrutar de la playa responsablemente.
¿El resultado? Un océano sano, lo cual implica vida saludable en todo el planeta.