El Parque Nacional Serranía de La Macarena esconde una de las joyas naturales más impresionantes con la que jamás nos hayamos topado. A unos 720 kilómetros de Cali y alrededor de 850 de la capital Bogotá, este río camaleónico renueva sus colores a lo largo de sus 100 kilómetros de extensión y no más de 20 metros de ancho.
Quizás la mejor opción para llegar sea volar al pequeño aeródromo de La Macarena, en el departamento de Meta, para desde allí remontar parte del Río Guayabero en lancha. Posteriormente continuaremos en camioneta o todoterreno hasta un sendero donde deberemos recorrer a pie unos 3 kilómetros hasta Caño Cristales. Es, sin lugar a dudas, una travesía en la que merece la pena embarcarse.
El efecto ‘arco iris’ de este reclamo natural ha conquistado el interés de viajeros de todo el mundo, convirtiéndolo en un destino prioritario para aquellos amantes de entornos curiosos y originales. El peculiar fenómeno debemos agradecérselo a la macarenia clavigera, una planta acuática que habita en el fondo rocoso del lecho, y que sumada a los minerales del agua y el juego de luces pinta el río con estas tonalidades de fantasía.
El período comprendido entre junio y noviembre es el momento ideal para fijar tu visita, ya que la gama cromática se exhibe en su mayor esplendor. Durante la época de menor ajetreo turístico, el medio tiene la oportunidad de recuperarse apropiadamente y no ver alteradas sus propiedades únicas. La conservación del ecosistema es clave para la vida de las especies que allí residen y para la supervivencia y el desarrollo de la comunidad local. Es por ello que debes ejercer un turismo sostenible y mostrar el máximo respeto para dejar la menor huella a tu paso.
Además de admirar el paisaje y sentirnos como auténticos aventureros, sensaciones que justifican por sí solas el viaje, existen muchas otras alternativas para disfrutar esta región del país cafetero. Muchos acuden a la comarca para la práctica de la pesca deportiva del pez amarillo, el pez tucunare o el peligroso pez payara en el Río Guayabero.
En cambio, otros vienen atraídos por el ciclismo de montaña o el trekking deleitados por lugares como la Laguna del Silencio.
La selva húmeda en la que se encuentra esta corriente es el hogar de jaguares, pumas, iguanas, venados y osos hormigueros entre muchos otros animales, pues se estiman unas 1200 especies de insectos, 550 de aves y 100 de reptiles. Además de la fauna, los pozos circulares, las caídas de agua y los rápidos se suceden a lo largo del trazado, así que si decides darte un baño elige bien el punto más propicio.
El conocido como río de los 7 colores presenta un abanico de matices azules, verdes, naranjas, rojos, amarillos, rosas y negros que se entremezclan a su antojo gracias a la madre naturaleza. Un espíritu inquieto estará deseando recorrer el serpenteo de este afluente que ya ha desconcertado a algunos, entusiasmado a otros y cautivado a muchos.