El gobierno de Australia ahora puso a la venta este paraíso abandonado. Lo cierto es que hace exactamente 70 años, se fueron casi todos sus vecinos y, en la actualidad, es un punto con más memoria que vida en el oeste australiano.
No es la primera vez que una localidad queda desierta. Los pueblos y ciudades pierden población. De hecho, muchas veces se hunden en el olvido y se convierten en escenarios arqueológicos. Así ha sucedido con este espacio de geografía australiana
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El nombre del poblado abandonado es Cossack
Se emplaza en la región occidental de Australia, al sitio más extremo respecto a Sídney. La verdad es que su historia es el clásico ejemplo de altibajos y decadencia de un poblado.
Sucede que en 1880 Cossack se yergue con mucho estatus económico. Era el núcleo de la recolección de perlas, del comercio de lanas y miles de ovejas que pastoreaban en su derredor. Este auge dura aproximadamente 20 años.
En 1900 una ciudad cercaba, Broome, empieza a destacar y opaca a Cossack. Lentamente, esta última se va despoblando. Es así como en 1950 queda prácticamente sola. Al sol de hoy, solo tiene un negocio abierto: una cafetería.
¿Qué hay en la actual zona de Cossack?
Muchos catalogan a Cossack como una ciudad fantasma. No obstante, en su derredor hay muchas cosas interesantes. Se le puede considerar como un núcleo de potencial turístico: playas de arena blanca, aguas color turquesa y la cercanía del río Harding.
Además, goza de un indudable patrimonio arqueológico. Sus construcciones del siglo XIX permanecen intactas. Esto se suma a un valor añadido, ya que tiene una interesante historia cultural.
Todos saben que Australia goza de gran capacidad para el turismo. Tiene una riqueza natural enorme, que incluye un gran arrecife de coral. Igualmente, especies animales exóticas como koalas y canguros.
A lo anterior se puede adicionar el encantador misterio de esta ciudad que fue abandonada. Sin duda, es algo que puede enganchar a miles de viajeros cada año.
¿Cuáles son los planes del gobierno de Australia?
Se espera vender un territorio de 22 hectáreas. Al privatizar a Cossack y su perímetro, surge la intención de detonar un turismo ecológico. Asimismo, dar auge a al ecoturismo que tanto parece gustar recientemente en Australia.
Es una apuesta arriesgada, pero es mejor hacerlo que permanecer en la inacción. Ya queda muy poco en Cossack. Para aprovechar y salvaguardar este lugar, lo mejor es un inversor capaz de sacer adelante la infraestructura que aún permanece en el sitio.
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¿Qué tan interesantes son los lugares abandonados? Tienen un aura de nostalgia y de misterio. Es algo que alienta la curiosidad de los viajeros. Por eso, se pueden aprovechar al máximo para el turismo.
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