Basta con alzarla mirada un poco para encontrar la belleza en este planeta. Salir de lapantalla y mirar el paisaje muchas veces nos enseña que cualquier destino esperfecto para encontrar en nosotros eso que creíamos perdido. Inspiración yensueño entre un atardecer despejado o el verde de las montañas cercanas queparecen brillar con luz sobrenatural.
Desconectarnos denuestros dispositivos para viajar es una forma de aprender a vivir, sinembargo, últimamente la gente se aferra a seguir la tendencia que ve en susteléfonos para saber a dónde viajar. La identidad del viajero se ha vistocomprometida por la de quienes son capaces de atravesar el océano sólo paratomar una fotografía que se verá bien en su perfil de Instagram.
Estos viajeroshan popularizado y arruinado muchos lugares. No por ser conocidos, sino porquela cantidad de turismo que llega ahora sobrepasa la capacidad de los gobiernoslocales de canalizar a tantas personas y poco a poco estos sitios de extremabelleza comienzan a verse contaminados al punto de que pierden su atractivonatural.
Estos son algunos lugares que quizás deberíamos dejar de visitar. No es que ya no sean bonitos, pero puede que sea hora de dejarlos descansar.
Islandia
Una verdadera joya con playas de arena negra, geiseres, cascadas y cientos de pequeños pero increíbles lugares que sólo al verlos en persona te cambiarán la vida. Lamentablemente se ha convertido en una atracción cada vez más llamativa, por lo que incluso el gobierno islandés está contemplando reducir el número de turismo permitido por temporadas, pues la huella de carbono de los viajeros está afectando la salud del ecosistema islandés.
Angkor Watt
Uno de los conjuntos religiosos más grandes del mundo. Escondido entre la naturaleza y el misticismo se encuentra Angkor Watt, que se ve perfecto al amanecer, mediodía y atardecer. Lamentablemente aunque cuente con una rica historia digna de escuchar con atención, muchos viajeros sólo buscan el momento en la que la luz bañe los templos de la mejor manera para enviarla a miles de personas a través de un hashtag.
Islas griegas
Las islas griegas han reducido su popularidad a comparación de la que tenían en los años ochenta cuando la economía griega era mejor, pero algunas continúan siendo demasiado visitadas, por ejemplo Santorini. Este es uno de los destinos más famosos del mundo, pues se considera un sitio perfecto. La brisa del mar refresca las calles blancas con azul y durante el atardecer todo se transforma en un caleidoscopio natural en el que inimaginables colores cobran vida sobre el cielo. Las imágenes de Instagram muestran eso, pero la realidad es que Santorini como otras islas siempre está lleno de miles de turistas que buscan esa “foto perfecta” y olvidan las tradiciones, y costumbres locales.
Tulum
México siempre ha sido conocido por sus hermosas playas, pero Tulum siempre fue una joya que pocos conocían. Con una zona arqueológica a orillas de un mar de arena blanca y color azul profundo, una fotografía ahí genera cientos de likes en minutos. Pero la realidad de la zona es que debido al creciente turismo se ha gentrificado, encareciendo el suelo y además los servicios para turistas colapsan en temporada alta y lo que alguna vez fue un bello secreto ahora es común verlo lleno de basura.
Nueva York
Una ironía, pues esta ciudad es lo contrario a esos destinos naturales de extrema belleza. Asfalto por todos lados, ruido, gente y comida; Nueva York es una belleza contemporánea con una estética única que nos llama a visitarla y conocer los destinos más emblemáticos de los últimos años. Sin embargo, si planeas posar a hora pico entre sus calles, estorbando a las miles de personas que sí tienen un lugar al que llegar, evita los insultos y agresiones y mejor no vayas.
Estos destinos no son exclusivos de una especie de viajeros, no discriminan, pero sí piden respeto. Si viajas miles de kilómetros, vive su realidad, adáptate a sus reglas y toma una foto para recordar, no hagas de esos recuerdos el motivo de tu viaje.