Ni todo ni tan perdido. Hablemos del TODO y de lo PERDIDO.
¡Spoiler alert! Esta es una reflexión que puede incomodarte.
Como sabemos Diciembre es el mes de las fiestas por excelencia, con muchas emociones encontradas. Personas que aman la llegada de estas celebraciones y personas que por sus vivencias particulares lo viven con cierto sufrimiento. En el medio de estos dos extremos, todas las opciones son posibles.
También puede interesarte: ¿Cuáles son las habilidades que todo líder tiene que tener en cuenta (más aún en este contexto)?
Último mes del año y tenemos que cerrar compromisos laborales, balances, gestiones, informes y más balances. Al menos esta parece ser la realidad de muchas personas. Los plazos están, es por eso que resulta imprescindible una buena planificación para culminar con lo pactado.
- Entre lo laboral y lo personal se junta una montaña de “tareas por hacer” que generan esa sensación de agobio, de que no nos rinden las horas de la semana para todo.
¿Qué es ese todo? ¿Cuántas expectativas ajenas hay en ese todo por cumplir? ¿Cuáles son mis posibilidades reales de concretar ese todo que me puse como meta?
En primer lugar, seamos conscientes de las metas que nos trazamos para Diciembre. Incluyamos esos festejos, feriados y cierres de año dentro de nuestra agenda ya que nos consumen tiempo y energía, es indiscutible que así sea, y a su vez muy necesario darle lugar a esas celebraciones.
Es importante definir lo importante para cada cual, escribirlo, hacerle lugar. Los pasos a seguir para el cumplimiento de cada meta viene luego, con la planificación que se diseñó.
- ¿Cuán amigable eres contigo?
No es momento de sobreexigirte, tal vez no puedas con TODO antes de fin de mes, es momento de pensar en lo posible, en tu propia realidad. Si vas cumpliendo tus objetivos siempre habrá tiempo para incorporar nuevos. Por otro lado, es frecuente escuchar que en Diciembre nadie empieza cosas nuevas, que “ya está todo perdido”.
Quiero derribar esa declaración que generaliza que “no hay tiempo”, que todos y todas “están a full”, y que “las cartas ya están echadas”. Quizás seas tu quien no tiene muchos minutos libres, quizás tu agenda esté repleta de actividades. ¿Y si empezamos por hacernos cargo de eso? ¿Y si nos mostramos conscientes de las decisiones que tomamos que nos llevan a esta realidad?
En lo personal, cada vez conozco más personas que se desafían con algo nuevo en Diciembre: quienes empiezan un voluntariado, un trabajo o emprendimiento nuevo, personas que inician cursos de formación, etcétera.
Tal vez esos mismos balances de fin de año sean los que nos permitan comenzar algo nuevo. En base a aquellos aprendizajes que queremos propiciarnos, a lo que no pudimos lograr en este año, considerando lo que cada cual anhela, será posible establecer nuevas metas, nuevos objetivos para el año que comienza. Esa toma de decisiones no es menor, eso es el primer paso para la acción.
También puede interesarte: Conoce cuáles son los 5 componentes claves de la inteligencia emocional
Quizás no sea demasiado tarde para tomar otras decisiones, reestructurar nuestras semanas, cambiar tu cierre de año o tu principio de año próximo. No todo está perdido.
¿Cómo te encuentra este Diciembre a ti?
Te invito a diseñar estos últimos días del año. Tomarte una pausa para repensarte.