¿En momentos realmente difíciles, podemos, simplemente, cambiar la mente al “pensamiento positivo”? Seguramente no es tan fácil de lograr, porque necesitaremos hacer un proceso interno de resignificar lo que está pasando, sumado a lo que estamos sintiendo, y, desde la perspectiva optimista, decidir cómo actuar en forma más asertiva.
Para eso existe lo que se llama el contraste mental, una herramienta de visualización para ayudar a reflexionar sobre los pros y contras de las situaciones que se presentan.
Si bien es una técnica que se combina magníficamente con la corriente del pensamiento positivo, muchos psicólogos afirman que el contraste puede llevar a resultados superadores. La especialista alemana en salud mental Gabriele Oettingen introdujo este concepto a principios de la década del 2000.
El proceso del contraste mental
Para ella, el hecho de basarse sólo en pensamientos contributivos para superar las dificultades puede ser problemático si se dejan pasar las deficiencias obvias, y sintetiza el Contraste Mental en 4 pasos sencillos:
1) Piensa en un deseo.
2) Durante algunos minutos imagina que se hace realidad; dejando suelta a la mente y que se desvíe donde quiera ir.
3) Frena y cambia de marcha.
4) Imaginar los obstáculos que se interponen en el camino a concretar eso que anhelas.
Coincidencias y diferencias con el pensamiento positivo
Una de las distinciones entre esta técnica y las del pensamiento positivo es que en el contraste se incorporan tanto los pensamientos negativos como los positivos (en vez de solo estos últimos).
Sin embargo, hay puntos de contacto entre estas técnicas, por ejemplo, el uso de la visualización; que ambos tienen el propósito de proporcionar una solución; que implica tomar consciencia de sí mismo y aceptar -desde el ser consciente- eso que está pasando y lo que estás sintiendo; y que, en los resultados concretos, estimula el pensamiento que contribuye al bienestar, la motivación, amplía la percepción y empuja a la acción.
Y también aparecen diferencias (aquí marcadas como CM para Contraste Mental, y PP para Pensamiento Positivo). Entre ellas están:
Generalmente se lleva adelante la técnica cuando aparece un problema (CM). En Pensamiento Positivo (PP) se lo puede adoptar como una filosofía de vida.
En la visualización del asunto incluye aspectos positivos y negativos (CM) En general, se busca ver la parte buena en todo (PP)
Se centra en la solución del problema y motiva a tomar acción por sí y en el entorno donde se encuentra la persona (CM) Suele enfocarse en sí mismo exclusivamente. (PP)
Muestra cómo diseñar estrategias para resolver problemas (CM). El proceso se limita a pensar en positivo y no siempre guía acciones (PP)
Es más realista y práctico (CM). Es también efectivo, aunque a veces no toca la realidad de las cosas que están pasando (PP).
Cómo desarrollar el proceso de contraste mental
El secreto está en la mente subconsciente, la parte que contiene las emociones y sentimientos. Aquí se comandan muchas funciones que le dan las “órdenes” a la mente consciente, de la cual surgen los pensamientos, las ideas y las acciones.
Si logras dar el estímulo adecuado a la mente subconsciente, la consciente lo seguirá. Por ejemplo, cuando te tranquilizas al saber que el mejor cirujano está operando a un ser querido, la sensación es de mayor confianza, sin restarle gravedad. Se produce un contraste entre el dato de la realidad (el mejor cirujano está a cargo) y lo que sientes y buscas aliviar de alguna forma (angustia, ansiedad).
“El contraste mental permite ver alternativas a través de los problemas actuales”, dice la psicóloga alemana. Y lo hace uniendo ambas partes de la mente en un proceso denominado WOOP:
W (Wish) – Deseo: la expectativa de ser, hacer o sentir algo distinto. Por ejemplo: ser feiz, estar sano. Cuanto más fuerte sea el deseo, mayores son los esfuerzos por alcanzarlo.
O (Outcome) – Resultado: es el estado ideal que queremos lograr. Es la proyección hacia adelante, mediante la visualización, de eso que anhelas.
O (Obstacles) – Obstáculos: aquí registras la realidad en la que estás, y tomas consciencia de los obstáculos y dificultades que podrían aparecer. El contraste mental habilita que afrontes las posibilidades, en lugar de evitarlos.
P (Planning) – Planificar: a través del proceso anterior, tomas y planificas las decisiones. Por ejemplo, podrías utilizar un método para establecer objetivos y ejecutarlos. Los investigadores afirman que esta etapa es la que produce el pase a la acción real y el cambio de estado de meros pensamientos en algo concreto.
A estas etapas, me permito agregar la A de Acción, conformando WOOPA, ya que, si no ejecutas algo distinto, nada nuevo sucederá.
Ámbitos de aplicación del Contraste mental
Como trabaja sobre la resolución de problemas y expectativas de éxito, al contraste mental se lo utiliza en cualquier campo.
Algunos de los que han sido estudiados con resultados alentadores son la inteligencia emocional, especialmente el proceso de auto regular las emociones; los trastornos alimenticios; el compromiso con los objetivos y la responsabilidad; el rendimiento aplicado a la creatividad.
Y también en las psicoterapias es una ayuda esencial para acompañar a las personas a salir de sus propios laberintos internos, contrastando lo que siente, con escenarios de posibilidades que, si se llevan a la acción, pueden mejorar el estado en el que se está.
Por Daniel Colombo