El Amazonas cuenta con alrededor de 6 millones de kilómetros cuadrados que atraviesan nueve países y bañan al mundo con el 28% de oxígeno que necesitamos, gracias a que es la región con el bosque tropical más extenso del planeta. Por su gran riqueza natural, el Amazonas es una de las siete maravillas del mundo.
Pero, de acuerdo a datos de United Explantion (UNX), el Amazonas cuenta con 96,5 mil km de caminos y carreteras, además de 1,6 millones de km2 de explotaciones mineras, 417 plantas hidroeléctricas, 240 mil km2 de deforestación y 1,1 millones de km2 de zonas de extracción de gas y petróleo. Todo esto genera la reducción de hábitats, la extinción de especies y el daño de nuestro gran pulmón del mundo.
Recientemente, un proyecto en Colombia abrió nuevamente el debate y generó polémica. La propuesta es mejorar (ampliar y re-pavimentar) una carretera que uniría los municipios de Calamar y Miraflores, en Guaviare.
¿"Desarrollo" o conservación?
Quienes están a favor, señalan que el proyecto le mejoraría la vida a más de 5 mil personas y que "le abriría las puertas al desarrollo".
Sin embargo, quienes están en contra, especialmente ambientalistas, hacen énfasis en que "las carreteras no vienen solas". Esto quiere decir que, al facilitar las vías de comunicación dentro del Amazonas también se estaría favoreciendo la llegada de negocios ligados a la deforestación y las fincas ganaderas a la región, rompiendo el compromiso tomado por Colombia en la Cumbre de Cambio Climático de París de 2015 de reducir a cero la deforestación en el Amazonas para el 2020.
La carretera en cuestión fue construida hace 16 años y utilizada por las comunidades cercanas para trasladarse. Re-pavimentarla y ampliarla como se prevé permitiría, para quienes no están de acuerdo, el fácil acceso de la industria y con ella llegaría la deforestación, contaminación, fincas ganaderas, entre otros males que acabarían con la riqueza natural del Amazonas.
Según UNX, como consecuencia de la deforestación, cada año se se pierden 10.000 ha de selva primaria en todo el mundo, lo que representaría un grave peligro para todo el mundo agravar aun más la situación generando condiciones que la favorezcan o motiven.
La carretera rendría una extensión de 138 kilómetros, y se uniría con otros corredores que suman alrededor de 600 kilómetros entre la selva.
Sin embargo, este área dentro de Colombia ha sido declarada reserva forestal y está colmada de bosques, humedales y lugares de nacimientos de agua; por eso, la prioridad, para los ambientalistas, es protegerla.
Para ser resuelta, las soluciones deberían contemplar la necesidad de transporte y comunicación, y el costo e impacto ambiental. Por lo pronto, según se conoció, la autoridad ambiental del Norte y el Oriente Amazónico (CDA) expedirá una resolución para ordenar la suspensión preventiva de obras de carreteras y fincas en el Amazonas, específicamente entre los municipios de Calamar y Miraflores en el Guaviare, hasta que el ministerio se resuelva sobre el tema.
¿Tú qué crees que sería lo mejor?