Casi todas nuestras funciones vitales pueden ser entrenadas. Claro que las soluciones mágicas no existen, pero lo cierto es que conociendo las herramientas adecuadas puedes mejorar muchas cosas. ¡Incluso la visión!
Haciendo los siguientes ejercicios con cierta regularidad, notarás cómo logras agudizar tu visión y mejorarla notablemente. ¿Te animas a intentarlo?
1. Energía térmica
Este ejercicio es súper sencillo. Solo debes frotar las palmas de tu mano rápidamente hasta calentarlas. Luego, colócalas sobre de tus ojos cerrados, con los dedos bien juntos.
Esto funciona porque la fricción de tus manos genera calor y, al apoyar las manos sobre tus ojos, se transfiere a ellos. Ayuda especialmente a descansar y relajar la vista. Hazlo unas tres veces.
2. Movimiento circular
Para este ejercicio, debes realizar un gran movimiento circular con los ojos de izquierda a derecha. Hazlo con suavidad, y repite cinco veces. La lentitud es importante, y también que mientras hagas el ejercicio intentes observar detalladamente todo lo que pasa por delante de tus ojos.
Al finalizar, cierra los ojos, parpadea un par de veces, y respira profundo para relajarte.
Repite el procedimiento, ahora realizando un movimiento circular en sentido inverso. Vuelve a cerrar los ojos, parpadea y respira para aflojar la tensión cuando termines.
3. Mirada al pulgar
En este caso, debes mantener el dedo pulgar hacia arriba, a unos cuantos centímetros de distancia de la nariz. Mira cuidadosa y fijamente a la uña y busca una imagen clara. Trata de conservar la nitidez.
Luego, lentamente, acerca el pulgar a la nariz, hasta que esté apenas pegado, e intenta mantener el foco en él. Observa unos segundos más el pulgar, ahora cerca de tu nariz, y luego parpadea un par de veces.
Repite el ejercicio con el otro brazo.
4. Músculos
En este último ejercicio, intentarás fortalecer los músculos que rodean los ojos para mejorar la visión. Solo tienes que cerrar los ojos y apretar los músculos de la cara, como si hicieras una mueca. Sostén esa mueca durante 10 segundos.
Luego afloja la tensión de la cara pero no abras los ojos. Respira profundamente para aflojar todavía más. Repite tres veces.
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Una vez que termines los ejercicios, te recomendamos lavarte la cara con agua fría para refrescar el rostro.
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Fuentes: