Nuestro consumo excesivo de productos que realmente no necesitamos está agotando los recursos del planeta, inundándonos de residuos, contaminando nuestros ecosistemas, llevando a más de un millón de especies a la extinción y acelerando el cambio climático. Hoy más que nunca, debemos cambiar nuestros hábitos y adentrarnos en el mundo del consumo consciente.
Cada vez que compramos una prenda de ropa nueva, usamos y tiramos un plástico desechable, utilizamos el auto particular para ir a trabajar, dejamos encendida la TV todo el día o cambiamos de celular para seguir a la moda, contribuimos, desde nuestras decisiones individuales, a la degradación ambiental.
La crisis sanitaria por el COVID-19 ha puesto de manifiesto que debemos transformar nuestra relación con la naturaleza, hacia una que no se base en su explotación sino en una convivencia armónica. Nuestra salud y nuestro bienestar están determinados por la salud y el bienestar del planeta, y podemos contribuir a esto transformando nuestros estilos de vida y cambiando nuestras decisiones de consumo.
Pero, ¿Qué significa esto en términos prácticos? Significa que debemos reducir nuestro consumo excesivo tratando de adquirir solo aquellas cosas que realmente necesitamos, nuestros bolsillos también nos lo agradecerán, y optar por medidas como la reparación, la reutilización o el intercambio de lo que ya tenemos en casa.
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Hay muchas opciones para mantener en uso nuestras cosas, extendiendo su vida útil, evitando que se conviertan en residuos y reduciendo nuestra necesidad de adquirir productos nuevos.
Te compartimos algunos tips:
- Reparación
¿De verdad necesitamos el celular de moda? En lugar de comprar aparatos y dispositivos electrónicos nuevos, podemos repararlos nosotros mismos o llevarlos a arreglar por alguien de nuestra confianza, lo que también nos da la opción de actualizarlos y renovarlos. Esto reduce costos: es más barato reparar y renovar que comprar las nuevas versiones. Así también evitamos la generación de basura electrónica.
Según The Global E-waste Monitor 2020, solo en 2019 el mundo generó cerca de 54 millones de toneladas métricas de residuos de este tipo, muchos de los cuales liberan sustancias químicas tóxicas para las personas y el planeta.
- Reutilización
De acuerdo con Oceana, optar por envases reutilizables para nuestras bebidas (botellas retornables), en lugar de botellas de PET, reduciría la contaminación marina por plásticos en al menos un 39%. Si bien las empresas deben innovar para distribuir sus productos mediante sistemas de retornabilidad o reúso, por nuestra parte podemos sacar ese termo o cilindro reutilizable del estante de nuestras cocinas y usarlo para llevar agua o café, en lugar de comprar aquellas bebidas envasadas en plásticos de un solo uso.
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Reutilizar tu ropa también es beneficioso para el planeta. Si conservamos nuestra ropa uno o dos años más reducimos sus emisiones de CO2 en un 24%. No solo ahorramos dinero, sino agua y materias primas. Por eso, busca en tu closet esas prendas que casi no utilizas y arma nuevos atuendos reutilizando los que ya tienes en casa.
- Intercambio
Si reparar o reutilizar no son opciones para ti, puedes intercambiar ropa, calzado, aparatos electrónicos y otros artículos con tu círculo cercano. Seguro a alguien le gusta ese vestido que ya no deseas usar y a ti te gusta ese par de zapatos que tu prima o amiga compró de la talla incorrecta. Con estos intercambios podemos mantener en uso muchos artículos que de lo contrario podrían terminar en la basura.
Además, hoy existen bastantes opciones, como apps o sitios web, para intercambiar artículos más allá de nuestros conocidos. Búscalos en redes sociales y encontrarás un mundo de posibilidades.
Optar por artículos de segunda mano también es una gran opción, ya que te permite acceder a prendas de buena calidad, en buen estado y a precios accesibles. Busca en tu ciudad la opción que más se acomode a tus necesidades: mercados, ferias, tiendas vintage, etc.
En la web de Consumo Responsable de Greenpeace México encontrarás más tips e información sobre cómo puedes transitar hacia estilos de vida más ecológicos y socialmente justos.