En los últimos meses, varias regiones del mundo han sufrido olas de calor que han roto los récords de variación de la temperatura para la temporada. India y Pakistán han experimentado las temperaturas más altas en los 122 años en los que se lleva registro, teniendo enormes afectaciones a la salud de la población, especialmente sectores altamente vulnerables como niñas y niños, personas mayores y mujeres.
Así mismo la “canícula” ha provocado problemas en el suministro de agua y de energía, esto debido al aumento en la demanda de aires acondicionados y ventiladores para hacer frente a las altísimas temperaturas. Pero esto no solo ocurre en territorios lejanos, el norte de nuestro país también se ha visto afectado por olas de calor que han generado problemas de suministro eléctrico y sequías en más del 30% del territorio nacional.
Expertos en la materia aseguran que la frecuencia y magnitud de este tipo de eventos están fuertemente relacionados con el cambio climático y el aumento de la temperatura global. Cada décima de grado que aumenta el termómetro terrestre, conlleva serias modificaciones en los patrones climáticos, que a su vez impactan en la pérdida de biodiversidad.
Esto significa que las condiciones climáticas serán cada vez más propensas para que se den incendios más frecuentes y de mayor magnitud. Cada año atestiguamos incendios devastadores, que devoran miles de hectáreas de bosques y selvas, poniendo en peligro a comunidades enteras y una enorme cantidad de fauna y flora que las habita.
Es imprescindible hacer frente a estos fenómenos a través de la rápida reducción de emisiones de GEI, pero también a través de estrategias ambiciosas de adaptación, que nos permitan planificar de mejor manera las temporadas de estiaje, el manejo de nuestros bosques y selvas, así como el fortalecimiento de las comunidades que las habitan, entre otras, para poder responder de mejor manera y mitigar los impactos de los incendios forestales. Para lograrlo es fundamental contar con información que nos permita saber qué es lo que está ocurriendo de manera oportuna y clara.
Con ese objetivo, Greenpeace lanzó el ‘Global Fire Dashboard’ una herramienta que nos permite observar en tiempo real los puntos críticos de calor a nivel global, regional, por país o incluso por estado, agregar capas para visualizar los incendios en áreas protegidas, densidad demográfica, segmentarlos por tipo de superficie y comparar el número de focos de calor de esta temporada con la media de los últimos 20 años.