Si no tienes jardín, puedes llenar de vida y color tu casa cultivando frutales en macetas. Hacerlo es sencillo, te ahorrará mucho dinero, ¡y será mucho más reconfortante que adquirir tus frutas favoritas en una tienda!
Las mandarinas son frutas que tienen su origen en el sur en Asia, pero su consumo se ha extendido al mundo entero. El árbol del que nacen suele medir alrededor de dos metros, sin embargo aunque no dispongas de jardín puedes cultivarlas en macetas. Además, junto con los frutos crecen bonitas flores blancas, similares a las flores de azahar de naranjos y limoneros, que decorarán y llenarán de vida tu hogar.
El árbol de mandarina es indicado en climas mediterráneos o tropicales, pero si vives en un sitio frío o con heladas, las macetas son una opción perfecta, ya que puedes trasladarlo fácilmente al interior; en ese caso incluso cuentas con la ventaja de que las mandarinas son más resistentes al frío que las naranjas.
En esta nota aprenderás cómo cultivar mandarinas en tu casa de forma sencilla, para poder aprovechar todas sus propiedades.
Propiedades de la mandarina
Además de su sabor dulce y refrescante, esta fruta contiene vitamina C, vitamina B, ácido cítrico, y caroteno en su pulpa. La vitamina C participa en la formación de colágeno, huesos, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro y la resistencia a las infecciones. El ácido cítrico, por su parte, tiene una función desinfectante y potencia la acción de la vitamina C.
Esta fruta tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan en el tratamiento de úlceras, problemas intestinales y digestivos; estimula la formación de anticuerpos, teniendo una función antiinfecciosa; contiene antioxidantes naturales; y se encuentra dentro de las frutas más beneficiosas para los pulmones.
La mandarina posee, además, gran contenido de agua, potasio y ácido cítrico. Por eso, también es ideal para reponer los minerales luego de practicar deportes. También, es una fuente natural de fibra, lo cual ayuda a combatir el estreñimiento, y es recomendada a personas con sobrepeso por el efecto saciante que genera y por la menor cantidad de azúcares que contiene en comparación con otras frutas.
Cultivar mandarinas paso a paso
1. Elige un contenedor adecuado para la especie de mandarino que hayas elegido. Procura siempre que contenga orificios en el fondo para facilitar el drenaje.
2. Utiliza tierra rica en materia orgánica y pequeñas rocas en la base inferior para un drenaje correcto. También puedes mezclar la tierra con un poco de arena lavada para mejorar la aireación.
3. Planta las semillas germinadas o transplanta el árbol. Cubre las raíces y presiona la tierra en los costados, con cuidado de no dañar la planta.
4. Coloca tu maceta cerca de la ventana, de manera que la luz del sol pueda alcanzarla.
5. Riega la maceta cuando, al tocar la tierra, sientas la primera pulgada de profundidad seca. Modera el riego en verano y disminuye en invierno.
6. Poda los retoños que crecen a lo largo del tronco y corta las ramas rotas o muertas en cualquier momento.
7. Procura mantener su abono rico en magnesio, zinc y hierro.
8. La cosecha general será entre septiembre y enero en el hemisferio norte, y entre marzo y junio en el hemisferio sur, pero esto puede variar de acuerdo a la variedad que hayas elegido. Las mandarinas deben recolectarse con cuidado para evitar golpes u otros daños.
Aprende cómo conservarlas o ¡pélalas fácilmente y disfruta de su jugo!
Qué hacer con las mandarinas
Con las mandarinas, así como con cualquier otra fruta, puedes hacer muchas preparaciones deliciosas que le darán ese sabor cítrico tan característico. Por ejemplo, puedes cocinar tus propias barras de cereales energéticas o incluso hacer tu propio licor casero de mandarina. Pero también puedes, con su cáscara, hacer manualidades, como una vela que también puedes realizar con una naranja.
Además puedes transformar la rama de tu frutal en un nuevo árbol, ¡y tener mandarinas todo el tiempo que quieras! Como el pueblo británico que se autoabastece gracias a la siembra en espacios públicos de verduras, hierbas y frutales. ¡Imagina el potencial de estas pequeñas frutas y anímate a plantarlas en tu propio hogar!