En los últimos 20 años, más de 1200 catástrofes naturales -que incluyen sequías, inundaciones, huracanes, tormentas, terremotos e incendios- han afectado a más de 150 millones de latinoamericanos y caribeños, según el último informe de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios.
Si bien América Central y del Sur tienen una mayor exposición a los terremotos en comparación con el Caribe, este 7 de enero, un terremoto de magnitud 6,4 golpeó a Puerto Rico, dejando a una 346 personas sin hogar.
"Estamos hablando de una situación a la que Puerto Rico no había estado expuesto en los últimos 102 años y estamos hablando también de algo que no podemos predecir", dijo la gobernadora de la isla, Wanda Vázquez, en una conferencia con medios locales.
Desde el 28 de diciembre, Puerto Rico ha sufrido más de 1.800 movimientos telúricos, a causa de una "secuencia sísmica”. Sin embargo, este fenómeno consiste en un evento sísmico principal, precedido o seguido de una serie de réplicas de menor magnitud.
Además de los daños a viviendas, edificios y carreteras, hubo cortes en el servicio de electricidad en gran parte de la isla y unas 300.000 personas se vieron afectadas por las interrupciones en el suministro de agua. Hay una única muerte reconocida hasta el momento.
Según el informe, los países con mayor riesgo de terremotos son: Chile, Ecuador y Guatemala, seguidos por Costa Rica, Nicaragua y el Salvador. Y, en cuanto a los terremotos más fuertes desde el 2000, están el de Chile en 2010 -de 8,8 en la escala de Richter- y Perú en 2001, de 8,4.
Tormentas y huracanes: cada vez más frecuentes
Según la ONU, las tormentas que afectan Centroamérica y el Caribe son cada vez más poderosas y frecuentes, consecuencia del cambio climático.
Si bien la de 2017 fue la tercera peor temporada en todos los récords históricos por el número y magnitud de los desastres, el huracán más fuerte del Atlántico en registrar un impacto directo a tierra fue Dorian en 2019.
En su camino de destrucción, Dorian bajó la velocidad y permaneció durante 26 horas en Gran Bahama y las islas Ábaco, donde aplastó miles de hogares, derribó la infraestructura energética y de saneamiento y destruyó carreteras.
Incendios forestales
Los incendios forestales ocurren en toda la región, particularmente donde hay sequía y vientos fuertes, que se combinan para intensificarlos y propagarlos.
Aunque la mayoría de las veces los incendios forestales ocurren lejos de los asentamientos humano, estos tienen el potencial de ser extremadamente destructivos. El caso más resonante fue el de Brasil, cuando estos arrasaron con vastas áreas en el Amazonas. Otro fue el de Bolivia, donde se quemaron más de 5 millones de hectáreas.
Fuentes