Existen dos bebidas que son consideradas por los expertos de la Universidad de Harvard como “tan valiosas para la salud como el agua”, gracias a su poder antioxidante: pueden ayudar a prevenir enfermedades degenerativas, cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ACV. ¿A qué otras dos opciones tan sanas se refieren?.

A pesar de los mitos y suposiciones que se asocian con estas dos bebidas, la reconocida universidad aseguró a través de un documento que “después del agua, el té y el café son las dos bebidas más consumidas en el planeta”, y manifestó que “están llenas de antioxidantes, flavonoides y otras sustancias biológicamente activas que pueden ser buenas para la salud”.

Es interesante tener en cuenta que el sector de Harvard T.H. Chan School of Public Health: lleva a cabo diversos análisis sobre nutrición y bebidas. Equipos liderados por especialistas como el Dr. Frank Hu, experto en epidemiología y nutrición, estudian los efectos de bebidas azucaradas, café, alcohol, y otras en la salud a largo plazo.

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Las dos bebidas que son tan sanas como el agua según Harvard

El té y sus beneficios

La planta de Camellia sinensis es la responsable exclusiva de la bebida que globalmente se conoce como té, que se se realiza a partir de las hojas y brotes de esta especie perteneciente al género Camellia. A pesar de las confusiones clásicas, cuando hablamos de té de manzanilla, té de tilo o té de boldo, por destacar algunos ejemplos conocidos, en realidad estamos hablando de infusiones de hierbas que no derivan de las hojas de la planta de té.

La planta de Camellia Sinensis sí está presente en el Té Negro, Té Verde, Té Blanco, Té Rojo (Pu-Erh), Té Azul (Oolong) y Matcha. En todas estas subespecies están concentrados las principales ventajas del té, entre las que se subrayan la gran capacidad de reducir el estrés, optimizar la función cognitiva y fortalecer el sistema inmune.

El te es tan saludable como el agua (Foto: Pinterest)

Asimismo, el grupo de expertos de la reconocida academia, que promueve el consumo del té por los beneficios referidos, pero también advierte que no hay que consumirlo demasiado caliente, ya que podría aumentar el riesgo de generar cáncer de esófago y estómago. Por otro lado, la evidencia científica comprobó a través de un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) que todas aquellas personas que bebían al menos dos tazas de té diarias tenían un riesgo de muerte entre un 9% y un 13% menor que quienes no lo hacían.

El café y sus beneficios

La cafeína, que es la sustancia presente en el café y que tantos beneficios reportó según la ciencia, es responsable de mejorar diferentes funciones cognitivas como puede ser la memoria y acelerar procesos cerebrales, además de ser un estimulante contra la depresión. Al mismo tiempo, el café posee un gran poder ergogénico, específicamente requerido para estimular el rendimiento físico en deportistas, logrando desarrollar distintas cualidades físicas, disminuir la sensación de fatiga, evitar calambres y favorecer el control del peso.

El consumo sugerido es de 3 a 5 tazas diarias, ya que en organismos sanos sin patologías previas no provoca sdolencias cardiovasculares ni cáncer. El punto esencial: no hacer uso desmedido de azúcares ni edulcorantes en ninguna ingesta.

En tanto, el grupo especializado indica que “algunas personas pueden no tolerar cantidades más altas de cafeína debido a los síntomas de nerviosismo, ansiedad e insomnio”. Al mismo tiempo, para aquellas personas que tienen presión arterial alta se recomienda siempre la consulta experta. Asimismo, en mujeres embarazadas se sugiere un consumo menor a los 200 miligramos de cafeína diarios, lo que equivale a dos tazas de café.

Por otro lado, un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology señaló que el consumo de dos o tres tazas de café por día se relaciona con una mayor longevidad y a un menor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. La indagación concluyó que el consumo moderado de café forma parte de un estilo de vida saludable, sin importar si es molido, descafeinado o instantáneo.