Los alimentos transgénicos siempre han sido fuente de discusión. Hay quienes señalan que tienen elementos a favor, mientras que hay otros que se manifiestan en contra. Pero es debido a sus posibles efectos para la salud que es importante aprender qué son y cómo distinguirlos.
A diferencia de los naturales, los alimentos transgénicos son genéticamente modificados en laboratorios. De trata de una práctica que lleva muchos años generando polémica y por eso hoy hablaremos de ella con más detalle.
¿Qué son los alimentos transgénicos?
Se conoce como alimentos genéticamente modificados o transgénicos, a aquellos que contienen organismos a los cuales se les ha incorporado material genético. Bien sea un trozo de ADN o gen de otros organismos a través de técnicas de ingeniería genética, para obtener las características deseadas.
Desde el contexto legal, en los países que pertenecen a la Unión Europea, se usan los términos organismo genéticamente modificado (OMG) y transgénico. Sin embargo, desde la visión científica no representan lo mismo. Esto se debe a que hay otras maneras de cambiar el ADN de los organismos vivos, que no se basan solo en la ingeniería genética.
Entonces, es posible afirmar que las clásicas técnicas de mejora de los alimentos se basan solo en cruzamientos y en la selección de las variedades con mejores características. No obstante, la ingeniería genética permite el aislamiento de los genes, su caracterización y el manejo dentro del laboratorio. Así como también la introducción en el genoma de otro organismo vivo. De esta manera es posible afinar más en la obtención de las características deseadas.
Actualmente, debido a la biotecnología es posible transferir a un gen desde un organismo hacia otro para ofrecerle una cualidad a este último que no tiene. Con respecto a las plantas que forman parte de los alimentos transgénicos, el objetivo podría ser que soporten mejor las sequías. Al igual que ser más resistentes a los insectos o a los herbicidas, que tengan más vitaminas, entre otras cosas.
Debido a los avances de la tecnología, en la actualidad ya se están empezando a obtener algunos productos transgénicos cárnicos. Pero mayormente, los alimentos genéticamente modificados son de origen vegetal. Como por ejemplo los cereales, frutas y granos.
¿Cómo distinguir los alimentos transgénicos?
Para aprender a distinguir los alimentos genéticamente modificados, hay que conocer también el concepto de alimentos de origen orgánico. Y estos son aquellos productos que no han tenido ninguna intervención con fertilizantes, herbicidas o pesticidas durante toda su producción. Por lo tanto, esta clase de alimentos se encuentra libre de sustancias sintéticas y aditivos.
Para los alimentos orgánicos, los procesos de crianza de los animales que después servirán para el consumo humano se realizan con alimentos naturales. Aparte de esto, por ningún motivo se acelera el ritmo natural que debe llevar la maduración. Así mismo, los alimentos orgánicos no requieren de fortificantes. Puesto que la dieta orgánica cuenta con todos los nutrientes que una persona necesita para poder vivir.
Ahora bien, teniendo presente esto, estas serían alguna de las maneras de diferenciar los alimentos genéticamente modificados.
Observar la etiqueta de los productos
Los productos que son naturales cuentan con una serie de marcas que los representa, cosa que no suele suceder con los productos transgénicos. Lo ideal es buscar las etiquetas que indiquen que se trata de productos 100% orgánicos o que indiquen que son elaborados con ingredientes orgánicos. De esta manera se puede saber qué alimentos no cuentan con componentes genéticamente modificados.
También es buena idea mirar si en el etiquetado aparecen frases como por ejemplo “Sin OMG” o “Non-GMO. Si bien esta clase de alimentos puede que contenga organismos genéticamente modificados, en ninguno de los casos se encontraría presente mayor al 0,9%.
Por ejemplo, en los Estados Unidos las frutas y verduras son marcadas con un código PLU que consta de 5 cifras en su etiqueta. Que es el código interno que la aplicación de gestión coloca en los artículos.
Cuando se trata de alimentos transgénicos, este código cuenta con cinco cifras empezando por el número 8. Para los alimentos orgánicos, el código de cinco cifras empieza por el número 9. Por otra parte, cuando el código consta de cuatro cifras, quiere decir que el producto ha sido cultivado de manera convencional, usando fertilizantes químicos y pesticidas.
Tomar en cuenta la apariencia de los alimentos
Los alimentos transgénicos posen un aspecto perfecto. Su forma es impecable, su tamaño entre sí es idéntico y son capaces de conservarse por mucho más tiempo. Esto se debe a que los nuevos genes les permiten tener más resistencia frente a los agentes externos.
Para saber si un producto es de origen natural o forma parte de los alimentos genéticamente modificados, es necesario observar si las frutas o las verduras se encuentran dañadas por insectos. En dado caso de que la respuesta sea afirmativa, es probable que se trate de un producto natural.
Tener presente cuáles son los alimentos más nocivos
Querer escapar de los productos transgénicos también implica tener presente que el 78% de la soja, 64% del algodón, 33% del maíz y 24% de la colza alrededor del mundo son alimentos transgénicos. Aparte de esto, también se debe tener en cuenta qué clase de producto se incluyen en alimentos como los embutidos, mezclas de harina, avena rápida, lácteos, pan, bebidas dulces, entre otros.
¿Cuáles son los efectos negativos de los alimentos transgénicos?
Después de extensas investigaciones, estudios y experimentos, hasta el momento se han podido determinar los siguientes posibles efectos adversos de los productos transgénicos.
Alergias: Esto ocurre porque los alimentos transgénicos contienen nuevos alérgenos y toxinas que generan un impacto negativo en el cuerpo humano. Prueba de esto fue el caso del maíz Starlink en los Estados Unidos. Dentro de la cadena alimentaria fueron encontradas trazas de maíz transgénico no autorizado, que probablemente ocasionó serias reacciones alérgicas.
Genes resistentes a los antibióticos en bacterias patógenas para el organismo: Quiere decir que ciertas bacterias recibirán la fuerza que requieren para lograr ser inmunes a ciertos medicamentos.
Disminuyen la fertilidad: Un experimento realizado en ratones, determinó que aquellos que fueron alimentados con maíz modificado genéticamente, fueron menos fértiles. Comparado con los que comieron maíz natural.
Es verdad que en el transcurso del tiempo no han podido determinar los riesgos de los alimentos transgénicos para la salud. No obstante, se tiene la sospecha de que pueden influir en la aparición de algunas enfermedades.
Otros peligros de los alimentos transgénicos
Los peligros que en la actualidad poseen los alimentos transgénicos van más lejos que causar daños en la salud. Y a pesar de que es bastante importante y continúa siendo materia de investigación, también existen otros riesgos que hay que tener en cuenta y que son de gran preocupación para ciertas organizaciones.
Provocan daños al medio ambiente
El cultivo de los productos transgénicos implica un incremento en el uso de los productos tóxicos en la agricultura. Esta clase de productos no solamente afecta al alimento transgénico, también afecta gravemente a las variedades tradicionales. Provocando así una perdida irreversible en la biodiversidad.
Se han conocido casos donde los agricultores se han visto en la obligación de cultivar solamente semillas transgénicas. Como consecuencia de esto, se ha ido perdiendo la semilla tradicional.
Impactan negativamente en la economía
Otra de las cosas que hay que tener presente es que el desarrollo de los productos transgénicos, se encuentra en las manos de pocas empresas multinacionales. Las cuales por el momento continúan expandiéndose en todo el mundo. Que además, podrían terminan apoderándose del mercado de las semillas en todo el mundo, y evidentemente, de la producción de los alimentos.
Estos productos normalmente tienen un gran impacto en el mercado. Puesto que las alteraciones permiten elaborar productos que tengan características que atraigan a los consumidores. Además, normalmente, son más económicos y están acabando con la producción de los agrícolas que siembran y cosechan productos que son naturales. Pero que no se pueden vender a precios tan bajos, como en el caso de los transgénicos.
Argumentos a favor de los alimentos transgénicos
Existen varios argumentos que están a favor de este tipo de alimentos y algunas muestras de esto son las siguientes:
- Los cultivos quedan más protegidos de los insectos, virus y hierbas malas.
- Son productos más nutritivos y esto podría ser de gran ayuda para combatir la carencia de vitaminas.
- También son alimentos más resistentes y duraderos, ya que existe una mayor conservación del producto. Quiere decir que la modificación genética de los alimentos puede disminuir su deterioro cuando son almacenados o transportados hacia el mercado.
- Se obtienen productos de mayor tamaño y, por lo tanto, son más rentables.
- Pueden añadirse proteínas que sirvan para combatir enfermedades, evitando también la mal nutrición.
- Algunos de estos alimentos se encuentran capacitados para desarrollarse en zonas de sequía o estériles, en las que plantar sería prácticamente imposible.
- Disminuyen el riesgo de las malas cosechas, ya que tienen mayor resistencia frente a las plagas, el calor extremo, las heladas o las sequías.
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Fuente:
Cuidate plus, Mejor con salud, Ecologistas en acción.