A la hora de evitar el plástico, encontrarás una amplia gama de productos hechos con materiales alternativos. En la búsqueda, pueden surgir dudas acerca de cuáles son los más adecuados para reemplazarlo. Uno de ellos es la silicona, que ha cobrado popularidad y se ha impuesto como una solución al plástico. ¿Es realmente más sostenible?
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¿qué es la silicona? ¿cuáles son sus pros y contras?
La silicona es un material recibe su nombre por estar hecho a base de dióxido de silicio. Este elemento químico se encuentra en la arena de la playa, la corteza terrestre e incluso en nuestro organismo.
En el mercado, podemos encontrar la silicona tanto en formato líquido como sólido. Un ejemplo de esto último son productos como copas menstruales y bolsas herméticas para alimentos. Incluso utensilios de cocina, vasos, sorbetes, entre otros accesorios que buscan reemplazar al plástico.
Algunas de las características principales de la silicona son su impermeabilidad, resistencia, y durabilidad. Es de baja toxicidad, por lo que es una alternativa más segura comparada con otras opciones, como el propio plástico.
Además, la silicona es hipoalergénica y se considera un material muy higiénico; por este motivo, suele utilizarse en el ámbito de la salud y en la gastronomía. Y lo mejor de todo: ¡No se descompone en microplásticos!
Con todas estas características, ¿Estamos hablando de un producto ecológico? No exactamente. Y es que, aunque se trate de una opción más sostenible, es un material sintético que la naturaleza no podrá absorber y degradar fácilmente: se estima que este proceso tardaría alrededor de 400 años.
Otra de las contras de la silicona es su sistema de reciclado, por lo que deberías separar estos productos como residuos especiales.
Aún así, en comparación con el plástico, estamos ante un material más sostenible: es inerte, por lo que no desprende componentes perjudiciales para la naturaleza al desecharse. Tampoco libera gases tóxicos en caso de incinerarse.
¿cómo usar la silicona para reemplazar el plástico?
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Tal como anticipábamos, en el mercado encontrarás un sinfín de productos hechos de silicona que buscan reemplazar al plástico. Al ser un material reutilizable y lavable, podrás usar estos productos tanto para cocinar y guardar alimentos, como también en accesorios zero waste.
En algunos casos, deberás esterilizar el producto, más allá del lavado con agua y jabón. Por ejemplo, si eliges usar una copa menstrual, es importante que la esterilices poniendo agua a hervir, para luego sumergirla durante 3 minutos. Esto evitará que quede cualquier impureza que pueda poner en riesgo tu salud.