¿Alguna vez te preguntaste cómo sería un mundo sin luna? La verdad es que lo primero que pensaríamos es que todas las noches serían “luna nueva”, es decir, oscuras y enigmáticas.

No habría eclipses, ni enamorados mirando la misma luna para sentirse cerca, y no podríamos ver su blanco reflejo sobre los mares y ríos del mundo.

Sin embargo, nuestro satélite no solo tiene una función visual en nuestro planeta. La fuerza y energía que ejerce sobre la tierra es tan enorme que, de hecho, si nunca hubiera existido la luna posiblemente no se habría desarrollado la vida en el planeta tal y como la conocemos.

Sí, así es, posiblemente no estaríamos aquí hablando de esto si no fuera gracias a nuestra redonda amiga. ¿Quieres saber por qué?

La formación de la luna

De acuerdo a lo que sabemos, la luna se formó unos 100 millones de años después que la Tierra. Nuestro planeta era, primigeniamente, una esfera de magma, que tardaba 6 horas en dar una vuelta completa a su propio eje.

Pero 100 millones de años después de su formación, la Tierra sufrió el violento impacto de un cuerpo, del tamaño de Marte, conocido como Theia.

Este impacto arrancó parte de la Tierra primitiva, y la colocó en su órbita: nació así el sistema Tierra-Luna, que tiene una atracción gravitacional mutua.

¿Qué hubiera pasado si…?

Si Theia no hubiera impactado en la Tierra, y no hubiera existido nunca la luna, es probable que no estuviéramos hoy hablando de esto. ¿Por qué?

Las mareas

Si la Luna nunca se hubiera formado, los únicos efectos de marea existentes habrían sido los debidos al Sol, mucho más débiles que los lunares.

Si esto hubiera sucedido, se hubiera dificultado la mezcla y la fricción de sustancias, la cual fue condición fundamental para que se creara la vida primitiva hace millones de años.

Entonces, es posible pensar que si no hubiera habido luna, la vida no se hubiera desarrollado, o lo habría hecho millones de años más tarde.

El clima

Aún suponiendo que hubiera podido nacer vida en un mundo sin luna, la misma sería completamente distinta a como la conocemos hoy.

Sin nuestro satélite, la inclinación del eje de rotación terrestre no sería estable. En la práctica, esto significa que las variaciones climáticas serían extremas, lo que no permitiría que los seres vivos que conocemos pudieran desarrollarse.

Días ventosos de 6 a 8 horas

Dijimos que los días en la tierra antes de la luna duraban 6 horas. Fue el efecto gravitacional del satélite lo que hizo que la velocidad a la que gira la tierra disminuyera, dando días de 24 horas.

Entonces, si no hubiera luna, los días durarían entre 6 y 8 horas. Esto implica que la tierra rotaría mucho más rápido, y cuanto mayor es la velocidad de rotación de un planeta mayores son los vientos que se producen en él.

Así, si el día terrestre fuera tan corto, los vientos típicos en la Tierra alcanzarían los 160-200 kilómetros por hora.

Si aún así existiéramos…

Si a pesar de todo fuera posible el desarrollo de vida inteligente en un mundo sin luna, nada sería igual.

La luna fue guía para los primeros hombres, que en sus fases basaron gran parte de la sociedad tal como hoy la conocemos.

El estudio del cielo y la creación de calendarios lunares le han permitido a la especie entender y dominar la agricultura, la caza, y los ciclos biológicos y a construir, básicamente, nuestra civilización

Así que ya sabes, esta noche cuando mires la luna, recuerda que gracias a ella estás aquí.

Fuente:

RT
El País