Este mes de diciembre nos sigue pareciendo importante hablar sobre consumo responsable, y por eso hoy te proponemos este desafío: no comprar nada en todo el día. ¿Te animas a participar?
Es un desafío que parece sencillo pero que, si se replica a gran escala, puede tener un impacto gigante.
Tanto así que en Estados Unidos hay un día especial para eso: el “buy nothing day” (día no compres nada). Surgió en 1992 como respuesta al Black Friday y sigue realizándose y replicándose alrededor del mundo.
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Además de generar un impacto a nivel global si se replica, no comprar nada por un día tiene un enorme potencial para tu vida diaria: hacerte pensar en qué cosas realmente son necesarias y cuáles no.
Muchas veces gastamos mucho dinero en cosas que no necesitamos, simplemente porque no nos ponemos a pensar en ello. Empezar a reflexionar sobre ese tema es un buen punto de partida para tener una vida menos consumista.
Para hacer el desafío, te proponemos algunos tips:
1. Organiza tus compras
Pocas cosas te hacen desperdiciar tanto dinero, esfuerzo y recursos como la desorganización. No saber qué necesitarás cada día suele llevarte a comprar de más, y muchas veces a terminar tirando cosas que no has consumido.
Si no quieres comprar nada en dos días, organiza hoy las compras para toda la semana. No sólo te ayudará a no gastar el día elegido, sino que además tendrás una semana completa mucho más ordenada y liviana.
2. Camina al trabajo
El día que decidas no comprar nada, puedes organizarte para salir más temprano e ir caminando al trabajo. Te sentirás bien al llegar por haber hecho ejercicio y, por un día, habrás ayudado a reducir la cantidad de contaminación ambiental.
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3. Haz actividades gratuitas
No creas que no comprar nada en todo el día es sinónimo de quedarse encerrado en casa. Apuesto a que puedes pasar un día increíble sin hacer ninguna compra.
Seguramente, cualquiera sea tu ciudad, hay mucha oferta de actividades gratuitas. Un concierto al aire libre, un ciclo de cine o una exposición de arte.
Aprovecha el día que decidas no comprar nada para visitar los lugares de acceso gratuito de tu ciudad a los que nunca fuiste: un museo, una atracción natural (playa, montaña…) o la plaza de tu barrio.
Hay cientos de cosas que puedes hacer sin necesidad de consumir, que te darán mucha más alegría que ir de shopping.
4. Haz un registro
Después de pasar todo el día sin comprar absolutamente nada, haz un registro. En un cuaderno anota cómo te has sentido: qué ha sido lo mejor, y qué lo peor.
Eso te ayudará a notar hasta qué punto necesitas comprar cosas para sentirte bien. Apuesto que es mucho menos de lo que pensabas antes.
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Si te sentiste bien con este desafío: ¡Replícalo!
Ya ves, no es tan difícil consumir menos y de manera más consciente. Sólo es cuestión de proponérselo y de organizarse.
Cuantos más seamos consumiendo de manera responsable, mayor será nuestro aporte al planeta.