En los últimos meses es probable que hayas escuchado hablar sobre cero neto y hayas leído notas relacionadas a esto si te gustan e interesan las temáticas ambientales y la crisis ambiental. Sin embargo, no es algo que se haya hecho muy mediático por lo que en esta oportunidad queremos contarte todo sobre este compromiso.
Este término de cero neto surgió luego de la Conferencia de las Partes (COP28)-Cumbre Anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático- que se llevó a cabo durante diciembre, en los Emiratos Árabes Unidos.
Durante estos encuentros alrededor de 200 países se reúnen con el objetivo de buscar medidas que logren estabilizar la emisión de gases de efecto invernadero. En esta oportunidad, en la COP28, se acordó un nuevo compromiso para reducir el uso de combustibles fósiles para abordar el cambio climático.
El acuerdo enfatiza la importancia de alcanzar el cero neto para 2050 para evitar las peores consecuencias del calentamiento global, por lo que en las últimas semanas los portales especializados comenzaron a hablar más sobre esto.
Y es que el cambio climático propone desafíos éticos, políticos y económicos. En los últimos tiempos es una temática que estuvo sonando con mayor intensidad debido a los diferentes eventos a nivel mundial que se realizaron para tratar esta problemática.
Sin embargo, las cuestiones ambientales suelen ser temas que muchas veces no toman protagonismo en las agendas políticas ni mediáticas, o por lo menos no el que deberían.
Quizás, esto se deba a que si bien a la sociedad le interesa y un gran porcentaje de la población se manifiesta siempre a favor de aplicar políticas para evitar los efectos del cambio climático, la mayoría no se encuentra debidamente informada con respecto a las causas y consecuencias de estos efectos.
Esta situación genera un círculo que no acaba: las personas desconocen los efectos, por lo que a muchos no les interesa lo suficiente; por esta razón los políticos no necesitan vender esas acciones en sus plataformas y al no ser temas de gran venta mediática tampoco lo incluyen en sus agendas, entonces sólo revistas o sitios especializadas brindan la información para un público acotado, por lo que la mayoría de las personas no se informan, y así sucesivamente.
Sin embargo, en los últimos años comenzó a tomarse más consciencia con respecto a esto y no sólo la gente se empezó a manifestar llevando a cabo acciones desde su lugar para intentar evitar estos efectos, siendo más conscientes de lo que consumen por ejemplo, sino que la mayoría de las plataformas políticas contaban con una sección dedicada al cuidado ambiental, así como los medios comenzaron a sacar más notas/editoriales/columnas con respecto a estos temas.
De todas maneras, más allá de que la mayoría de las personas al preguntarles o mencionarles estas temáticas tienen una noción de a qué se refieren o qué implican, como sociedad queda mucho por hacer y grandes desafíos por afrontar.
Por eso es clave comprender qué es y cuáles son las consecuencias del calentamiento global que ya se pueden ver y sentir para comprender cuáles son los compromisos que las naciones afrontan, como en el caso del cero neto y la emisión de gases de efecto invernadero.
Cambio climático: aumento de GEI y calentamiento global
Antes de hablar sobre este nuevo compromiso denominado cero neto, es necesario dejar algunas cuestiones claras relacionadas al punto clave, que es el cambio climático.
Según las Naciones Unidas se considera cambio climático a una modificación significativa del clima, por períodos prolongados atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.
El mismo está afectando a todo el mundo, y alterando la economía y las sociedades, produciendo grandes modificaciones en el clima. Por eso es clave saber entender los problemas que genera.
La principal razón de este fenómeno tiene que ver con el aumento de la temperatura, que se da a partir del incremento de los gases de efecto invernadero (GEI), como dióxido de carbono, metano, clorofluorocarbonos, hidrofluorocarbonos, óxido nitroso y hexafloruro de azufre, a partir de la industrialización y el crecimiento de las poblaciones.
Todas estas problemáticas no van a disminuir mágicamente, a menos que la sociedad a nivel mundial haga algo para evitarlas. Es por eso que en 2015 se aprobó el Acuerdo de París, firmado por 200 naciones, a partir del cual se espera reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento global de la temperatura por debajo del 1,5 o 2 grados Celsius como máximo, esperando evitar sus consecuencias.
Es tiempo de que las personas tomen dimensión de las consecuencias de sus actos, ya que todo está concatenado. Y es que el cambio climático está presente desde hace tiempo y se nota en cada fenómeno meteorológico: modificaciones en el clima como sequías severas y prolongadas, aumento de precipitaciones en ciertas regiones y disminución en otras, incremento de las temperaturas y con ella aumento de los incendios forestales, entre otros eventos.
Con esto, los glaciares y las masas de hielo experimentaron retrocesos significativos que afectan a los ríos y a la disponibilidad de agua dulce. Además, las inundaciones están asociadas a los cambios en el uso de la tierra y sequías lo que afecta a los cultivos, y en este sentido a cientos de personas que se dedican a la agricultura y ganadería, así como también a todos los que consumen aquellos productos.
Pero esto no se da sólo. Todos estos procesos fueron la consecuencia de muchas décadas en que los humanos hicieron y deshicieron a su antojo, sin medir las consecuencias que eso podría implicar y produciendo el aumento de la temperatura a nivel mundial.
Un gran ejemplo de acciones humanas que impactan negativamente es la deforestación ya que, al perderse el bosque nativo, también disminuye la calidad del suelo, que impide la absorción de las lluvias, que a su vez aumenta el caudal de los ríos en algunas zonas.
Tampoco se puede dejar de mencionar que con el aumento de temperaturas los océanos absorben más energía y esto produce el calentamiento de sus aguas que genera el incremento de los niveles del mar y altera las corrientes oceánicas, e indirectamente produce modificaciones en las tormentas.
Por todas estas razones y muchas más es que es preciso considerar todos estos hechos como un todo, ya que funcionan como un círculo vicioso.
Todas estas situaciones se pueden ver replicadas en diversas ciudades y cada vez con mayor frecuencia. Ningún país se salva de sentir los efectos del cambio climático, incluso, los países que son considerados grandes potencias mundiales, en este aspecto suelen ser los principales culpables.
Esto se debe a la gran emisión de gases de efecto invernadero que producen y de lo que ya se ha advertido se debe frenar y que si no se logran alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) las consecuencias podrían ser devastadoras.
En ese contexto, en la COP28 llevada a cabo en el mes de diciembre se marcó un nuevo objetivo vinculado al cero neto para 2050 con el fin de evitar peores consecuencias del calentamiento global.
¿Qué es el cero neto?
Ahora bien, ¿qué implica el compromiso del cero neto? Como mencionamos anteriormente en líneas generales las naciones acordaron bajar las cantidad gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera ya que son uno de los grandes culpables del aumento de las temperaturas globales.
Según ISO (IWA 42:2022) se define al cero neto como una “condición en la que las emisiones residuales de GEI causadas por el ser humano se equilibran con las remociones efectuadas por el ser humano durante un período determinado y dentro de los límites especificados”.
Sin embargo, alcanzar este equilibrio es un proceso complejo que implica reducciones de emisiones, compensaciones y tecnologías innovadoras.
Podría lograrse si se reducen las emisiones en origen y se contrarrestan las emisiones residuales mediante eliminación de CO2. Para que esto último sea posible es necesario invertir en suministros de carbono como por ejemplo plantación de árboles e inclusión de más espacios verdes en las grandes ciudades- sobretodo considerando el incremento de las deforestaciones-, gestionar el carbono del suelo y capturarlo de manera directa, así como sistemas de almacenamiento que absorban el CO2.
Este nuevo desafío es sumamente importante y necesario para lograr alcanzar el Acuerdo de París y lograr limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C para 2100, para lo que es imperioso reducir las emisiones de CO2 a casi la mitad para 2030 y alcanzar cero emisiones netas para 2050.
En ese sentido, los países se han comprometido a diversas cosas. Por ejemplo, Estados Unidos ha sido históricamente el mayor emisor de carbono y ha anunciado hace algunos años la Ley de Reducción de la Inflación, que tiene como objetivo impulsar las energías renovables y otras tecnologías limpias.
Asimismo, China- el mayor productor de CO2 del mundo- aspira a la neutralidad de carbono para 2060 y su sector de energía renovable está creciendo.
Por su parte, el tercer gran emisor de CO2, la UE en marzo del 2023 anunció su propio paquete de inversión verde, denominado Ley de Industria Net Zero.
Además, otros ejemplos son Rusia y la India, grandes emisores de GEI, quienes se han comprometido a cero neto para 2060 y 2070. Sin embargo, no hay grandes avances en sus políticas verdes que puedan respaldarlos.
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Cómo pueden las personas ayudar al cero neto
Ahora bien, ya que explicamos a grande escala de qué se trata cero neto y de qué manera planean alcanzar este desafío las potencias mundiales, es necesario que las personas comprendan cómo colaborar desde su lugar.
Uno de los grandes puntos que siempre se destaca es que la ganadería es una de las industrias que más gases de efecto invernadero liberan a la atmósfera. Por eso, las personas deberían tomar consciencia y reducir el consumo de carne, sobre todo en países como la Argentina donde es bastante elevado.
Además, utilizar transporte público y no autos particulares para evitar más emisiones GEI también es una opción. Mismo, en muchos países se están poniendo de moda los vehículos eléctricos que colaborar con esta tarea. En este punto también es necesario evitar vuelos.
Tener responsabilidad energética es otro ejemplo. Para ser conscientes del consumo energético será necesario apagar las luces que no se estén utilizando y colocar lámparas de bajo consumo. Además, más de un 8% de la electricidad que se consume en los hogares proviene de los electrodomésticos que se dejan enchufados, aunque no estén en uso, como cargadores, planchitas de pelo, aires acondicionados e incluso la televisión.
Ahora ya conoces qué implica el compromiso de cero neto, de qué manera alcanzarla y cómo colaborar con la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero desde tu lugar.
¿Qué opinas de este tipo de compromisos?¿Qué tipo de acciones sustentables llevas a cabo en tu día a día?
Fuente: Naciones Unidas y BBC.