En el último tiempo se ha hablado mucho sobre la siembra de nubes, también conocida como bombardeo de nubes, como una manera de afrontar la sequía extrema que afecta distintas zonas del mundo.
Y es que, producto de la crisis climática, las precipitaciones escasean en distintas regiones, por lo que en algunas zonas se aplica la técnica de siembra de nubes para poder contrarrestar estas sequías mundiales.
El cambio climático está afectando a todo el mundo y alterando la economía y las sociedades, produciendo grandes modificaciones en el clima. Por eso es clave saber entender los problemas que generan las acciones humanas en el ambiente y comprenderlo como un todo ya que no son hechos aislados.
Esta crisis climática propone desafíos éticos, políticos y económicos, pero también del interés de todos los ciudadanos, ya que es una cuestión que aqueja al planeta entero y que de no hacer nada la situación será irreversible.
La temática comenzó a sonar cada vez más en los últimos años, lo que implicó que las sociedades tomaran más consciencia con respecto a esto. De esta manera, la gente empezó a manifestarse, llevando a cabo acciones desde su lugar para intentar evitar estos efectos o incluso, revertirlos.
En este contexto, es que en el último tiempo empezó a resonar la técnica de siembra de nubes, aunque es un sistema que se usa desde hace varias décadas. Por eso, en este artículo queremos contarte sobre la técnica de bombardeo de nubes, cómo funciona y de qué manera combate a las sequías.
Crisis climática a nivel mundial
Antes de hablar sobre la siembra de nubes, es preciso mencionar el por qué de este tipo de técnicas y la necesidad de llevarlas a cabo.
El cambio climático no es una novedad. Está presente desde hace tiempo y se nota en cada fenómeno meteorológico, las modificaciones en los niveles del mar, las inundaciones y las sequías.
El mismo está afectando a todo el mundo, y alterando la economía y las sociedades, produciendo grandes modificaciones en el clima. Por eso es clave saber entender los problemas que genera.
En el último tiempo, se ha podido observar una disminución en los niveles de agua de los arroyos, ríos y lagunas por ejemplo, siendo noticias en los principales medios de comunicación. Y esto tiene que ver con las impactantes olas de calor que se dieron a nivel mundial, provocadas por el cambio climático.
Según las Naciones Unidas se considera cambio climático a una modificación significativa del clima, por períodos prolongados atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.
La principal razón tiene que ver con el aumento de la temperatura, que se da a partir del incremento de los gases de efecto invernadero (GEI), como dióxido de carbono, metano, clorofluorocarbonos, hidrofluorocarbonos, óxido nitroso y hexafloruro de azufre, a partir de la industrialización y el crecimiento de las poblaciones.
Para disminuir estas problemáticas en el 2015 se aprobó el Acuerdo de París, firmado por 200 naciones, a partir del cual se espera reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento global de la temperatura por debajo del 1,5 o 2 grados Celsius como máximo, esperando evitar sus consecuencias.
Las mismas se hacen sentir hace tiempo en todo el mundo. Por ejemplo, a partir del aumento de la temperatura los glaciares y masas de hielo experimentaron retrocesos significativos que afectan a los cuerpos de aguas en todo el mundo. También, las inundaciones, relacionadas con la explotación de tierras para el uso agrícola en algunas zonas y las sequías extremas en otras, que impactan directamente en la actividad económica de productores; las olas de calor que provocan mortandad en diversos lugares del mundo.
Pero esto no se da sólo. Todos estos procesos fueron la consecuencia de las acciones de los humanos. Un gran ejemplo es la deforestación ya que, al perderse el bosque nativo, también disminuye la calidad del suelo, que impide la absorción de las lluvias, que a su vez aumenta el caudal de los ríos en algunas zonas.
Tampoco se puede dejar de mencionar que, con el aumento de temperaturas, los océanos absorben más energía y esto produce el calentamiento de sus aguas que genera el incremento de los niveles del mar y altera las corrientes oceánicas, e indirectamente produce modificaciones en las tormentas.
Siembra de nubes: qué es y para qué se utiliza
Si bien en las últimas semanas se ha hablado sobre el bombardeo de nubes, esta actividad no es algo nuevo. Los orígenes de esta técnica datan de los años 40 del siglo XX.
En específico, en 1946 el científico Vincent Joseph Schaefer, químico y meteorólogo de Estados Unidos, junto a un grupo de investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos con el objetivo de estudiar la física de las precipitaciones.
Así, en Massachusetts se logró por primera vez sembrar nubes con hielo seco triturado sobre nubes con estratos enfriados. De manera que se pudo producir nieve.
Fue ese episodio el que se conoce como el inicio de la siembra de nubes o también conocido como bombardeo de nubes, técnica que se siguió desarrollando con el correr del tiempo para combatir las sequías en diferentes partes del mundo, lo que, últimamente, ocurre cada vez más seguido producto de la crisis climática.
Pero, ¿qué es puntualmente el bombardeo de nubes? ¿En qué consiste esta técnica y cómo se realiza?
Esta técnica de siembra de nubes consiste en liberar yoduro de plata u otros aerosoles en nubes que tengan ciertas características. Estas masas de la atmósfera deberán contener agua por debajo de los cero grados celsius para que se logre condensar la humedad y provocar lluvias o nieve.
Si bien a lo largo de los años se han utilizado distintos medios para liberar el yoduro de plata, en la actualidad se utilizan aviones, drones o cohetes para esto, con la ayuda de un aspersor.
Sin embargo, la siembra de nubes no es algo simple o fácil, no es mágica como muchas personas piensan o desean y además, requiere de que haya nubes con ciertas características y condiciones adecuadas de temperatura y viento.
Incluso, desde el el Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM han señalado que no existe evidencia de que esta técnica permita aumentar las lluvias en ciertas zonas. Además, destacan que es importante mencionar el manejo y uso apropiado de los recursos hídricos de tal forma que exista una razón de costo/beneficio apropiada.
En ese marco, es preciso destacar que- según informes de la ONU- las sequías aun aumentado un 29% en el mundo y su duración cada vez es mayor. Es por eso que en distintos países como México se ha puesto en marcha el programa de estimulación de lluvias a lo largo de las presas del sistema Cutzamala.
Sin embargo, es preciso mencionar que el bombardeo de nubes es una simple técnica que, si bien muchos pueden utilizarla para provocar lluvias, no hay que olvidar que es un parche sobre la herida. Para lograr evitar las sequías y los desastres climáticos es necesario que las personas tomen real conciencia de lo que está ocurriendo y de las consecuencias de sus acciones.
¿Alguna vez te has puesto a pensar en qué consecuencias generan tus acciones en el ambiente? ¿Qué tareas has incorporado a tu rutina para beneficiar el cuidado del planeta?
Ahora ya conoces qué es la siembra de nubes y cómo se utiliza para controlar el clima. ¿Habías escuchado hablar de ella? ¿Qué otras técnicas similares conoces?
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Fuente: ONU, NGenEspañol y Muy Interesante.