La fotógrafa británica June Sharpe se hizo con el primer lugar gracias a una gráfica abstracta titulada “Birdscape” (Paisaje de aves).
«Las ramas en capas de esta conífera me recordaron a las grullas danzantes que a menudo aparecen en los grabados en madera japoneses», dijo la artista residente en la localidad inglesa de Canterbury.
Durante el tratamiento de la imagen, Sharpe mejoró lo que ella describió como una «sensación de pájaros bailando en un bosque de fantasía».
Al anunciar su veredicto, el presidente del jurado Tyrone McGlinchey declaró: «Cuando juzgamos las imágenes, esperamos que nos lleven a un viaje”.
Y en el caso de la gráfica de Shape, afirmó que ésta “nos arrastra hacia y más allá de las simbólicas grullas danzantes. Nos lleva hacia un lugar de lleno de esperanza y paz. Es raro que uno pueda conectarse con la naturaleza y sentir tanta compasión».
En el momento preciso
La también británica Annaick Guitteny obtuvo el primer lugar en la categoría «Portafolios» por un conjunto de seis fotografías con el título “Evanescent” (Evanescente o que se esfuma), cada una de las cuales es un primer plano de una planta cubierta de gotas de agua.
«Me encanta capturar esos momentos fugaces temprano en la mañana, cuando estas pequeñas perlas efímeras adornan las plantas y las iluminan», explicó la galardonada.
Por su parte, la foto de Annie Green-Armytage titulada “Autumn Sunset” (Atardecer otoñal), en la cual se aprecia una puesta del sol en un jardín privado en Suffolk (a 153 kilómetros al noroeste de Londres) ganó la categoría de «Jardines hermosos».
“La puesta de sol fue el regalo definitivo de nuestro majestuoso mundo natural, un momento de belleza que tuve el privilegio de capturar. Por un momento, hasta me olvidé de mis dedos entumecidos por el frío”, declaró la premiada.
Captando la magia
La categoría «Espacios relajantes» la ganó Andrea Graham con una fotografía tomada en el Parque Nacional Eryri, al norte de Gales, y que lleva por título “The Lone Tree” (El árbol solitario).
Al narrar cómo fue el proceso para captar la imagen, Graham dijo: «Fue una mañana verdaderamente mágica, llegamos y encontramos la niebla cruzando el lago (Llyn Padarn) y teníamos el lugar para nosotros solos. Era casi espiritual e increíblemente pacífico».
«A medida que avanzaba la hora azul antes del amanecer, fuimos bendecidos con estos hermosos tonos rosados, antes de que el sol finalmente saliera sobre las montañas y besara el famoso y solitario árbol», agregó.
Por su parte, Leena Roy se mojó para ganar la categoría «Plantas y planeta».
La fotógrafa se fue el Parque Nacional de Bunaken, en la isla de Sulawesi (Indonesia), y allí fotografió a un manglar bajo el agua.
«Los manglares no sólo actúan como bancos de carbono, sino que también estabilizan la costa frente a las tormentas y la erosión, además de ser un hábitat vital para peces, crustáceos y cazadores como las serpientes marinas», recordó la ganadora.
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Sin salir de casa
Angi Wallace se alzó con el primer lugar en la categoría «Belleza de las plantas» con una fotografía de una flor tomada en la mesa de su comedor.
«Mi cámara estaba colocada sobre un minitrípode (…) elegí enfocar y apilar 43 imágenes juntas para aprovechar al máximo la combinación de detalles elevados del sujeto con un fondo suave y onírico», explicó.
Un hongo de un milímetro de altura fue el tema de la fotografía que le permitió a Barry Webb conseguir el primer lugar en la categoría «El mundo de los hongos».
«Me sorprendió ver las inusuales formaciones de hielo en forma de cubo en el cuerpo de este moho limoso. Esta toma se compone de 87 imágenes enfocadas entre corchetes y apiladas juntas», explicó Webb.
La paciencia se recompensa
La categoría de «Árboles y bosques» la ganó Drew Buckley, quien capturó una escena brumosa en el río Brathay, a unos 445 kilómetros al norte de Londres.
«Los azules fríos del paisaje helado contrastan con los cálidos tonos anaranjados del sol de la mañana, cubriendo los árboles con una luz encantadora», explicó Buckley.
Albert Ceolan, por su parte, se alzó con el primer lugar en el renglón «Paisajes y flores silvestres».
«Capturé esta vasta pradera de flores silvestres, que se extendía hasta donde alcanzaba la vista, a través de una meseta del Alpe di Siusi (Seiser Alm), la pradera alpina más grande de Europa», dijo Ceolan .
La gráfica fue tomada al norte de Italia, en la región de Tirol.
La fotografía de Fernando Avanka de una ardilla en Sri Lanka ganó la categoría «Vida silvestre en el jardín».
«Era una tarde un poco nublada cuando vi varias ardillas moviéndose sobre la hierba verde, jugando y comiendo», dijo Avanka.
«Me ubiqué en un lugar perfecto, esperando y tuve la suerte de fotografiar a este individuo de aspecto inteligente, de pie sobre sus patas traseras, mordisqueando una semilla de pasto, pensando para sí mismo ‘esto sabe delicioso’. Finalmente, capturé la foto que quería», comentó.
Con este reconocimiento el fotógrafo engrosa la lista de galardones que ha recibido en los últimos años, entre los cuales figuran menciones en el Fotógrafo de la Vida Silvestre o los Monochrome Awards.