Alrededor del 70% de la Tierra está cubierta por agua. Sin embargo, esto no siempre fue así, ni tampoco seguirá siendo así por siempre.
Poco después de su formación, la Tierra estaba completamente cubierta de agua. Con el tiempo, los continentes empezaron a emerger, y dentro de miles de millones de años, la Tierra se secará, quedando completamente desprovista de agua.
Pero, ¿qué pasaría si la Tierra se secara por completo justo ahora? En 2008, un grupo de expertos realizó una animación por computadora en la que se ve cómo el nivel del mar va disminuyendo de diez metros en diez metros hasta desaparecer por completo.
Ahora, James O’Donoghue, un científico de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, publicó una versión de mayor resolución de la animación de 2008. Así se vería un mundo sin agua:
Consecuencias
Para empezar, la mayoría de plataformas continentales, a excepción de las de las regiones árticas y antárticas, que son más profundas, son visibles a una profundidad de solo 140 metros.
Pero a medida que el agua de la Tierra se drena más y más, las cimas de las grandes cadenas montañosas oceánicas empiezan a aparecer, sobre todo cuando el nivel del mar disminuye entre 2.000 y 3.000 metros.
Asimismo, el modelo muestra que, alrededor de los 6 kilómetros de profundidad, prácticamente todas las cuencas oceánicas quedan al descubierto, ya que la profundidad media del océano global es de 4 kilómetros.
El modelo llega hasta casi los 11.000 metros de profundidad, que es donde se encuentra el punto más profundo del planeta: la fosa de las Marianas, en el océano Pacífico occidental.
Pero, ¿cuáles serían las consecuencias ambientales?
Ecosistemas en caos
El 97% del agua de la Tierra está concentrada en los océanos, y el 3% restante corresponde principalmente a fuentes de agua dulce, como los ríos, lagos, aguas subterráneas y los glaciares del mundo.
Si solo desaparecieran los océanos, se desataría una auténtica catástrofe ambiental: inmediatamente perderíamos toda la biodiversidad marina, tanto animal como vegetal.
Con la desaparición de los océanos, el planeta perdería su sistema natural de control climático, que regula las temperaturas globales, genera las lluvias y evita los extremos de frío y de calor. Pero sin los océanos, el planeta se calentaría extremadamente rápido, y en cuestión de días, todas las fuentes de agua restantes desaparecerían.
Los humanos y todos los demás animales morirían deshidratados. Pocos días después de la sequía, las plantas morirían y los bosques se incendiarían hasta que no quede ninguna forma de vegetación sobre la Tierra.
En un año, la Tierra sería una roca caliente y estéril flotando por el espacio, más parecida a Venus que al planeta azul que conocemos hoy. Y sin más agua, probablemente se perdería toda posibilidad de generar vida como la conocemos.
Evidentemente, todo esto es hipotético, ya que los expertos anticipan que el nivel del mar seguirá creciendo a un ritmo cada vez más acelerado como resultado de la expansión del agua a causa del cambio climático, y el derretimiento de los glaciares.
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