Cambiar nuestros hábitos de consumo es lo que puede llevar a una verdadera transformación global. Especialmente en esta época del año, donde la compulsión por comprar se vuelve extrema, tener muy en claro ciertos criterios de consumo responsable es fundamental.
Pero si has decidido cambiar tus hábitos de consumo por unos más responsables, debes saber algo: tú puedes contagiar a los demás. A veces, puede que te gane la individualidad, y te avergüence mostrarle al mundo el cambio que has elegido.
Sin embargo, animarte a demostrar lo que crees es una herramienta para que cada vez seamos más quienes abogamos por un consumo responsable. Eso es algo que puedes hacer en las pequeñas acciones cotidianas.
Por eso, hoy te proponemos un reto: ser mucho más sustentable con tus compras cuando vayas a cualquier tienda.
Eso puede ser tan fácil como decirle estas cosas al vendedor.
1. ¿Cuál durará más?
Cuando vayas a comprar un producto a una tienda, pregunta al vendedor cuál de las opciones durará sana más tiempo.
Quizá al principio sean reticentes a contestarte honestamente: pues no te olvides que parte del negocio detrás del consumo es que tengas que cambiar las cosas a menudo.
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No te preocupes. Ten paciencia y explícale al vendedor que quieres ser un consumidor responsable, y que por lo tanto deseas usar el mismo producto el máximo tiempo posible. Que no gana nada no siendo honesto, pues no cambiarás tu modo de ver las cosas.
La premisa que debe entender el vendedor es que “buscas algo que dure por siempre”. Como los electrodomésticos de antes, que duraban toda la vida.
Cuando te entienda, el vendedor podrá explicarte las ventajas y desventajas de cada opción, teniendo en cuenta tus necesidades.
2. No necesito bolsa
¿Sabías que en el mundo se consumen dos millones de bolsas por minuto? Espeluznante, ¿No?
La energía que se consume en su producción y la contaminación que generan es realmente un problema a nivel global.
Por eso, cuando vayas a una tienda, lleva tu propia bolsa ecológica y dile al vendedor que no quieres una. Lo mismo con el envoltorio de regalo.
Además de pedirle que no te envuelva las cosas ni te dé bolsa, explícale por qué. Tal vez al próximo cliente, le pregunte antes de darle una bolsa.
En tu casa, elige el reciclado. Usa bolsas de papel que tengas en casa, y hazle intervenciones artísticas con recortes de revistas o papel de diario.
El regalo no sólo será más original, sino que evitarás plástico que termine en los océanos o papel desperdiciado.
3. ¿Tiene productos locales?
Siempre que vayas a comprar algo (desde un regalo hasta la verdura para la ensalada) pregunta si hay productos locales. Especialmente, si alguna de la mercadería está hecha por emprendedores o pequeñas empresas.
Elegir invertir en emprendedores o artesanos en lugar de en grandes multinacionales puede generar un impacto súper positivo a nivel mundial. No sólo ayudas a alguien que está comenzando: también le quitas poder a las grandes industrias que destruyen el planeta.
Es importante que, más allá de intentar identificar los productos locales, lo hables con el vendedor. Por un lado, porque conoce los productos mejor que tú. Pero sobre todo, porque tal vez escucharte lo motive a vender cada vez más productos regionales y artesanales.
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Cuanta más gente desee consumir productos de pequeños productores, cada vez más vendedores los ofrecerán. Así se formará una gran cadena de consumo más responsable.
¿Qué otras ideas se te ocurren para contagiar el consumo responsable?