La mala salud,los casos de obesidad y los problemas cardiacos están conectados. Nuestraalimentación es culpable de nuestra mala salud y mientras continuemos comiendode la misma forma, el problema sólo crecerá.
Tal vez fuimos condicionados porlos medios a comprar más, cocinar menos, cumplir nuestros antojos y caprichos yesforzarnos menos en buscar lo que mejor funciona para nosotros. Pero saber queuna enfermedad como la diabetes puede alterar nuestra vida radicalmente desdelos 40 años debería ser una llamada de atención para cambiar las cosas.
Un estudio en los años probó que la comida “occidental” (procesada, chatarra y rica en calorías) era realmente insana. Se comprobó de una forma bastante sencilla. Le pidieron a un grupo de aborígenes australianos que regresaran a sus tierras y vivieran como lo hacían antes de tener contacto con el resto de la civilización. Los que se fueron, perdieron siete kilos en sólo siete semanas al alimentarse de su dieta tradicional. Esta es sólo una prueba de que un cambio puede transformar tu vida para siempre.
Estos 3 pequeños cambios realmente pueden impactar en tu salud.
1. Come menos
Basta con que cambies el tamaño de tus platillos para que comiences a bajar de peso. Estamos acostumbrados a usar grandes recipientes para servir los platillos principales, pero eso nos obliga a comer grandes cantidades. Los franceses tienen una dieta rica en grasas que no es nada ejemplar, pero ellos comen raciones pequeñas y siempre dejan un poco de comida en los platos, eso permite que no suban de peso y los libera de muchas enfermedades.
Otra cosa que puedes hacer es hacer que, si la comes, la carne no sea el platillo principal, sino verlo como una guarnición que acompaña a tus vegetales.
Cocina tu comida
Un estudio demostró que hace 50 años la gente pasaba cerca de una hora al día cocinando, hoy cerca de 25 minutos. Lo que parece un adelanto que ahorra tiempo ha tenido un grave efecto para la salud y es que antes muchos platillos se preparaban con ingredientes naturales (no productos procesados) y tardaban más. Ahora mucha gente compra un pollo asado en el supermercado sin preocuparse qué tiene, o aún peor, prepara algo que consiste completamente de productos procesados.
Cocinar tu propia comida te hace consciente de lo que estás ingiriendo, de cada ingrediente y la cantidad de grasa, azúcar, sal y más. Es así como poco a poco aprenderás a dejar de usar tanto aceite o cambiar ciertos ingredientes que usan mucha azúcar refinada, por algo mucho más natural. Puedes decir que no tienes tiempo, pero si no cambias tus hábitos, lo único que haces es quitarte tiempo en el futuro.
Come con calma
La vida se ha convertido en un desfile imparable. Vamos de lugar a lugar corriendo, con prisas y lo último que pensamos es en cómo nos afecta. Hay personas que comen en pocos minutos para continuar trabajando, hay otras que comen al ritmo de la televisión y en pocos minutos ya comieron tres veces más de lo que en verdad necesitaban.
El cerebro tarda 20 minutos en darse cuenta de que está lleno, si te acabas tres platillos en ese tiempo, será muy tarde. Come despacio, disfruta cada mordida y no te preocupes si la comida comienza a enfriarse, no todo debe entrar hirviendo a tu boca.
Pequeños consejos que cambiarán tu metabolismo. El ejercicio siempre es necesario, pero esto puede ayudar de sobremanera, sólo con esto puedes comenzar a abrir los ojos a una realidad mucho más saludable.