Cuando tienes tutu propia huerta, puede ser que en determinado momento del año coseches más cantidad de la que vayas a consumir. En esos casos, podrás conservar los alimentos de diferentes maneras. Por ejemplo, si son frutas y vegetales puedes construir un deshidratador solar casero de alimentos.
Cuando se trate de hierbas, lo más común es secarlas, pero hay muchas formas de hacerlo, y otras de conservarlas sin secado. Aprende a continuación las mejores técnicas, ¡para tener todo el año hierbas aromáticas!
1. Sécalas al aire
Si tienes espacio y vives en un clima que acompaña, la mejor manera de secar las hierbas es armar pequeños manojos de ramas limpias (grupos de 4 ó 5 tallos) y colgarlos boca abajo en algún lugar oscuro, seco, cálido y bien ventilado. El secado con este método demora de dos a cuatro semanas, por eso debes hacerlo cuando las hierbas estén aun bien frescas.
Un armario puede servir, siempre y cuando no tenga humedad. Es el método más natural y que mejor las conserva, pero si no cuentas con el espacio para hacerlo adecuadamente, es buena idea pensar en los otros.
Luego, podrás utilizar las hierbas secas para condimentar y saborizar todo tipo de preparación.
2. Sécalas en el horno
Si necesitas un método práctico y acelerado, el horno podrá servirte.
Coloca los tallos limpios, en una sola capa o en varias alternando con papel de cocina, en el horno precalentado a 180 grados. Deben permanecer allí durante 3 a 4 horas, pero con la puerta del horno algo abierta constantemente (para que escape la humedad). No utilices un horno eléctrico, pero si tienes un horno de barro, por ejemplo, lo puedes intentar.
3. Sécalas en el refrigerador
El frío también puede secar las hierbas. Por eso, si tienes espacio en el refrigerador, coloca las hierbas, previamente lavadas y secadas con un paño suave, en una asadera con papel, formando una sola fila. En un tiempo, estarán secas, pero el proceso puede demorar.
4. Deshidrátalas sal
- Cubre las hierbas con sal en una asadera y déjalas así hasta que estén secas. Luego, guárdalas en un recipiente hermético. Utiliza este método para hierbas que utilizarás en preparaciones saladas, porque algo del sabor se transmitirá a las hojas.
5. Consérvalas con azúcar
- El azúcar puede tener el mismo efecto que la sal, aunque no tan intenso. Para realizarlo, cubre las hierbas con azúcar en una asadera y déjalas así hasta que estén secas. Luego, guárdalas en un recipiente hermético. Utiliza este método para hierbas que utilizarás en preparaciones dulces, porque también algo del sabor se transmitirá a las hojas.
6. Prepara sal de hierbas
- Puedes preparar tu propia sal aromática especial y tenerla lista para condimentar tus ensaladas o cualquier plato que te guste. Simplemente tienes que crear una mezcla de hierbas, lavarlas y picarlas y luego mezclarlas con sal. Ésta se encargará de secarlas, y tendrás un sabroso condimento para usar cuando quieras.
7. Fabrica cubitos de sabor congelados
- Una excelente forma de conservar las hierbas y dejarlas preparadas para cocinar es congelarlas en una cubetera, ya mezcladas y acompañadas de agua, caldo o aceite. Puedes aprender cómo conservar hierbas en aceite de oliva y luego colocar los cubitos directamente en tus preparaciones.
8. Prepara pesto
Otra opción para guardar las hierbas congeladas es preparar un pesto y guardarlo en la cubetera. El pesto tradicional es de albahaca pero puede hacerse con muchas otras plantas. ¡Tener unos cubos de pesto para poner sobre una rápida pasta es una opción genial para cuando no tengas tiempo de preparar la cena!
Además, puedes preparar luego, por ejemplo, zucchinis grillados rellenos con tomate, pesto y aceitunas.
9. Fabrica mantequilla
Este método es igual al del aceite, pero debes reemplazarlo por mantequilla derretida. Primero deja enfriar, y luego mételo al congelador. ¡Otra opción ideal para resolver cenas rápidas con pastas deliciosas!
10. Congélalas
- Simplemente congelarlas es una opción, al igual que como con otros alimentos. Puedes guardarlas enteras o ya picadas para ahorrarte tiempo luego. La forma correcta para que conserven sus propiedades es lavarlas, secarlas, colocarlas en bolsas de congelación herméticas eliminando todo el aire de ellas, y colocándolas así en el congelador.
11. Prepara una infusión
Para las hierbas de sabor penetrante, como la menta, el laurel o el romero, puedes hacer una infusión, en aceite de oliva templado o en agua hirviendo. Luego esa infusión puede guardarse en el congelador, y utilizarse en salsas, guisos o ensaladas....