1. ¿Sabías que el contacto con la naturaleza y las tareas de jardinería tienen un efecto positivo comprobado sobre las personas con discapacidad y problemas mentales?
Además, constituye una actividad recreativa que promociona la salud en ancianos y niños. En algunos países existen “Asociaciones de terapia hortícola” donde se llevan a cabo actividades de jardinería planificadas a modo terapéutico y se registran los efectos en la salud. En el marco de estas instituciones terapéuticas, se ha asociado el trabajo en huertas con beneficios sobre el estrés, sobre el tratamiento por el consumo de drogas, sobre los tratamientos de enfermedades terminales, entre otros.
2. ¿Sabías que las buenas prácticas agrícolas no suelen respetarse y se utilizan agrotóxicos en cantidades no aprobadas o en tiempos de cosecha no recomendables?
Las verduras y frutas que comemos a diario contienen pesticidas, herbicidas, fungicidas e insecticidas. Cabe destacar que no aconseja evitar el consumo de estos alimentos a fin de resolver del problema, ya que dejar de consumir hortalizas y frutas podría derivar en una carencia de vitaminas y minerales importantes que ponen en riesgo la salud, lo que sí se aconseja es lavarlas con abundante agua y pelarlas, aunque cabe destacar que también se han encontrado residuos tóxicos en las pulpas de frutas.
Los efectos tóxicos de estos agroquímicos se vinculan con el desarrollo de cáncer y de problemas en la salud fetal durante el embarazo, entre otros. Contar con una producción casera de alimentos de origen vegetal puede asegurarte el origen orgánico de los mismos.
3. ¿Sabías que tener una huerta en tu patio o terraza, estimula el consumo de productos vegetales en toda la familia?
Involucrarse en el sembrado, regado, cosechado y mantenimiento de las plantaciones va a motivar todos los integrantes de la familia, pero en especial a los niños, que seguramente van a querer probar esos alimentos ya que saben de dónde vienen y que ellos mismos producen. Los resultados de este consumo es una mejor nutrición por un mayor aporte de nutrientes provenientes de hortalizas y frutas.
4. ¿Sabías que las huertas proporcionan la posibilidad de eliminar los desechos orgánicos?
Tener una huerta y enfocarse en mantenerla te llevará a proteger el ambiente porque podrás aprovechar los residuos de tu hogar para producir el abono que reemplazará a los fertilizantes sintéticos. De esta manera llevaras los desechos de tu cocina como cascaras de frutas, restos de peladuras, saquitos de té, yerba, rollos de papel, etc. y todas las sobras de alimentos que tengas después de comer a un tacho o compostera. En este recipiente deberás alternar la materia orgánica húmeda con materia orgánica seca como cartón, hojas y ramas. Debes agregar materia orgánica todos los días, y luego mezclar el compost una vez por semana.
Deberás vaciarla cada tres meses en la tierra donde tienes siembra para nutrirla.
Ahora que conoces tantos puntos beneficiosos de tener una huerta, seguramente te estés preguntando como comenzar a producirla, aquí te resumo en 4 pasos los datos más importantes a tener en cuenta:
1. En primer lugar deberás pensar donde ubicarás la huerta dentro del espacio disponible en tu patio o cualquier otro lugar donde llegue el sol entre 4 o 5 horas al día; y qué tipo de riego vas a llevar a cabo. Puedes comenzar el riego con manguera y luego instalar uno por goteo cuando veas que tu huerta Prospera como lo pensaste.
2. En segundo lugar, si vas a sembrar en el suelo, deberás armar un cantero para delimitar el espacio de siembra y evitar pisadas. Colocar palos en los extremos del rectángulo y unirlos con hilos.
También puede ser que vivas en un departamento o no cuentes con espacio en tu patio y hayas decidido muy asertivamente comenzar de todas maneras tu producción. Entonces debes buscar cajones de verdulería, tachos de pintura, macetas amplias, higienizarlos y si son con fondo cerrado, realizar huecos para el drenaje de agua.
3. Seguramente a esta altura ya has estado pensando qué especies vas a sembrar, te recomiendo que empieces por las hortalizas rústicas, que necesitan pocos cuidados como el zapallo, calabacín, cebolla, ajo, pimiento, tomates, frutillas, espinaca, rúcula y kale son fáciles de producir. Entre las especias aromáticas podemos sembrar tomillo, romero, albahaca, perejil.
Se siembran durante todo el año: Acelga, apio, lechuga, perejil, rabanito, remolacha y zanahoria.
Se siembran en otoño-invierno: ajo, arveja, brócoli, cebolla, coliflor, escarola, espinaca, habas, puerro, radicheta, achicoria, repollo.
Se siembran en primavera-verano: albahaca, batata, berenjena, calabaza, maíz dulce, melón, pepino, pimiento, poroto chaucha, puerro, radicheta, achicoria, tomate, zapallo, zapallito.
Te recomiendo si tienes alguna duda que acudas a alguna página confiable como es la del INTA en Argentina para averiguar la época el año en que se siembra cada cultivo u otras cuestiones relacionadas a la producción de tu huerta.
4. En cuanto a la cantidad y frecuencia del riego va a depender de cada especia sembrada, la época el año y el tipo de suelo. Pero en líneas generales, en verano deberíamos regar todos los días y en invierno 2 o 3 veces por semana. En otoño y primavera deberás estar atento a las condiciones meteorológicas. Lo importante es mantener la tierra uniformemente húmeda.