La belleza de México es incomparable. Ningún otro país esconde una diversidad natural, cultural y gastronómica como este país lo hace en sus dos millones de kilómetros cuadrados. La gente que lo visita se sorprende, pues descubre que más allá del estereotipo del mariachi, el burro y el tequila (aunque de este último sí puedes encontrar en abundancia) hay una tierra verde y de otros colores que espera al que quiera recorrerla.
Esa belleza lo ha convertido en uno de los países más populares del mundo, pero sin duda la magia de México pasa desapercibida para muchos que vienen a lugares como Acapulco, Cancún o Ciudad de México. A pesar de que todos son hermosos lugares que merecen la pena ser recorridos, hay algunas joyas que sólo los que realmente se interesan en el país llegan a conocer.
Grutas de Palmito
En México puedes conocer muchas grutas, la hermosura de estas formaciones rocosas en las cavernas las hace realmente un espectáculo que no te puedes perder. Si te encuentras en el norte del país, en la industrial pero ahora realmente divertida ciudad de Monterrey, no puedes perderte estas grutas que se encuentran a sólo 100 kilómetros de la ciudad.
Cuatro Ciénegas
México tiene un programa llamado Pueblos Mágicos que realmente hace honor a su nombre, pero sin duda, de los 111 en existencia, el de Cuatro Ciénegas es uno de los imperdibles. Entre el pasaje desertico que lo hace ver casi todo blanco encontrarás una laguna con propiedades y colores impresionantes que te harán sentir que valió la pena llegar hasta ese rincón de México.
San Pancho
La Riviera Nayarit es popular por una playa, Sayulita, pero a unos cuantos kilómetros se encuentra una más paradisiaca, alejada del bullicio de los extranjeros y locales, San Pancho. Esta playa tiene un pequeñísimo pueblo en el que puedes encontrar restaurantes cómodos y de alta categoría, pero sin duda desayunar, comer o cenar con los locales es la mejor experiencia.
Parque Izta-Popo
A un par de horas de la Ciudad de México –también cerca de la hermosa e histórica ciudad de Puebla– se encuentra el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl. Estos dos volcanes, a veces visibles desde la contaminada CD.MX. son unas de las joyas naturales del país. Tómate un día o incluso dos para ascender, ya sea como caminante ocasiona, con un guía profesional o si eres un experto en alpinismo, considéralo un gran reto a cumplir. Sobre todo, no te vayas sin escuchar las hermosas historias y leyendas de estos volcanes.
Mar de Cortés
Es tan difícil recomendar un solo lugar en la península de Baja California porque existen cientos de lugares poco conocidos –otros un poco más– que te robarán el aliento. Jacques Cousteau llamó a este lugar “el acuario del mundo” y no es por nada, puedes ver al 40 % de las especies marinas del mundo. También puedes visitar los pueblos mágicos y las ciudades cercanas que te darán una idea de cómo es la vida en el norte del país.