Sudáfrica es un país bendecido por la madre tierra, una región que promete aventura, una biodiversidad sin límites y una multitud deslumbrante de rincones dignos de ser explorados. Servidos de nuestra imaginación, esta bella tierra nos cautiva irresistiblemente por medio de sus majestuosos recursos naturales y su llamada nos aproxima a animales salvajes y tremendamente poderosos, hasta sentir que prácticamente están al alcance de nuestras manos.
Independientemente de que seas un trotamundos internacional y hayas recorrido medio planeta, si es tu primera experiencia en el África profunda es muy posible que te sientas pequeño, perdido y que una intensa humildad se adueñe de ti. Probablemente la mayor ilusión de todo viajero que tome rumbo al país más meridional de África sea avistar a los conocidos como “5 Grandes”, los animales más difíciles de apresar a pie por los humanos por su complejidad y peligrosidad: el león, el elefante, el rinoceronte, el leopardo y el búfalo.
Para cumplir este sueño, dónde mejor que en sus parques naturales y nacionales, que nos presentan sus seres vivos en todo su esplendor y grandeza. Hoy les presentamos, como siempre desde nuestro punto de vista, algunas de las mejores opciones para vuestro próximo safari.
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Parque Nacional Kruger
Como si del rey de la selva se tratara, empezamos con el plato fuerte, el que para muchos es la reserva natural más importante y emblemática del país. Ejerciendo de frontera natural con Mozambique al este y Zimbabue al norte y contando con una dimensión de unos 20.000 km² (similar a la de Belice), Kruger es el lugar idóneo para vislumbrar a los “Big 5”.
Además de los “más buscados”, podremos deleitarnos con la presencia de hipopótamos, guepardos, cebras, jirafas, impalas, 114 especies de reptiles, 33 de anfibios, 50 de peces y 507 de aves, todos coexistiendo en un entorno encumbrado con baobabs, árboles paraguas, árboles de la fiebre, ficus y marulas, entre muchas otras variedades vegetales. Tu aventura arranca en este paraíso vivo.
Parque Nacional de Pilanesberg
A 3 horas de Pretoria, encontramos el quinto parque nacional por tamaño, el cual es hogar de leones, leopardos, elefantes, búfalos, rinocerontes blancos, hipopótamos, jirafas africanas, antílopes sables, tsessebes y unas 350 especies de aves. Será una experiencia inolvidable ver las manadas de antílopes al amanecer o sentirse abrumado con el rugir del rey de la selva. Si deseas llegar un poco más lejos, podrás visitar el cráter de un volcán extinto hace 1200 millones de años.
Madikwe Game Reserve
A menos de 1 hora y media de Gaborone, capital de Botswana, y a 4 horas de Pretoria, conocida como la ‘ciudad de jacaranda’ debido a los miles de árboles violetas que inundan sus calles, se encuentra la reserva de Madikwe. Esta ‘gema oculta’ de la naturaleza, y nos referimos a ella de esta manera ya que no suele ser la primera elección para la mayoría de los viajeros, guarece a los Big 5, 66 especies de grandes mamíferos y alrededor de 350 de aves, que se mueven libremente en sus vastas llanuras y extensos bosques.
Parque Transfronterizo Kgalagadi
Lindando con Namibia al oeste y Botswana al este, se trata de la segunda reserva sudafricana más extensa, si bien es cierto que la parte del ecosistema que pertenece al país de los “tsuana” es el doble de grande.
Puesto que se encuentra inmerso en el Desierto del Kalahari, sus paisajes son bien distintos a los que podemos encontrar en otros parajes: escasa y árida vegetación, árboles espinosos y dunas cobrizas aguardan a nuestra llegada. Entre su variopinto mundo animal hallamos leones, leopardos, guepardos, jirafas, suricatos, antílopes, hienas y ñus. Es un destino ideal para visionar las migraciones estacionales de antílopes.
Gondwana Private Game Reserve
A medio camino entre Ciudad del Cabo y Port Elizabeth y enmarcada entre las montañas Langeberg y Outeniqua, esta reserva de 11.000 hectáreas es especialmente singular ya que es la única del mundo poblada por la especie vegetal ‘fynbos’. En ella tendremos la posibilidad de avisar a los renombrados Big 5, además de otras especies como la cebra de montaña del cabo, la jirafa, el hipopótamo, el antílope o el rinoceronte negro.
Parque Nacional Montaña de la Mesa
Con el fin de salvaguardar su fauna y flora este entorno fue protegido oficialmente en 1988, momento en el que fue bautizado como Parque Nacional de la Península del Cabo, para posteriormente recibir el nombre actual. La leyenda cuenta que el primer marinero en distinguir ‘Table Mountain’ al final del largo trayecto desde Europa era premiado con unas monedas y una botella de vino. Desde lo alto de esta montaña de cima plana, la vista panorámica hacia cualquiera de los 4 puntos cardinales es de esas que quitan el aliento. La especie animal más característica de la zona es el famoso pingüino africano.
Parque Natural de Karoo
Protegido por las montañas Nuweveld, esta reserva acoge la fauna y flora de una tierra seca que un día fue un inmenso mar. Es un área repleta de gacelas, cebras, ñus de cola blanca, antílopes y águilas negras, además de las colonias de tortugas terrestres más grandes del planeta. Es un lugar perfecto para realizar excursiones de senderismo, resaltando las rutas ‘Bossie Trail’, ‘Pointer Hiking Trail’ y ‘Karoo Fossil Trail’, las cuales ofrecen vistas espectaculares, fósiles milenarios y un conocimiento profundo de la cultura medicinal a través de sus itinerarios.
Addo Elephant Park
Esta reserva natural se creó en 1931 con el propósito de dotar de un hogar a los 11 paquidermos que vivían en la zona y así promover el crecimiento de la población. El objetivo fue cumplido con creces, pues a día de hoy existen más de 600 de ejemplares. También se puede disfrutar de los “Big Five”, rinocerontes, búfalos, jirafas, hienas manchadas, antílopes y cebras. En su parte costera, podemos gozar de la mayor concentración de pingüinos africanos del mundo, ballenas francas australes y tiburones blancos.
Parque del Humedal de iSimangaliso
Con 3280 km² se erige como la tercera reserva natural por extensión de Sudáfrica, abarcando 8 ecosistemas interdependientes. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se extiende a lo largo de 280 kilómetros de costa desde la frontera con Mozambique en el norte hasta el estuario de Santa Lucía, nombre con el que era conocido el parque nacional hasta 2007.
Será emocionante surcar los pantanos y cañaverales a bordo de nuestra barca a motor, desde donde nos dejarán fascinados los cocodrilos, hipopótamos, elefantes, leopardos, pelícanos y flamencos autóctonos. Este impresionante parque también comprende un área marina, donde es posible ver ballenas, delfines y tiburones en el océano y tortugas laúd y carey en sus costas, además de 53 especies de coral. Es un destino tan prometedor como inolvidable.
“Si el rebaño permanece unido, el león se acostará con hambre”.