Todos alguna vez hemos tenido que enfrentarnos a alguna situación que nos daba mucho miedo. Una entrevista de trabajo muy importante, el examen para obtener la licencia de conducir o la presentación en un nuevo grupo de amigos. Mientras que hay personas que parecen tener un don natural para enfrentarse a ese tipo de desafíos, otras sienten que el mundo se les viene abajo en esas circunstancias.

¿Qué posibilidades hay de cambiar esa falta de confianza? ¿Viene inscrito en nuestra personalidad y es inamovible o es posible pensar que podemos ser diferentes?

Amy Cuddy es psicóloga de Harvard y ha hecho furor al descubrir científicamente que es posible programar nuestro cerebro para tener mayor confianza en momentos de extrema dificultad. ¡Hacerlo solo lleva dos minutos!

[También te puede interesar: Lenguaje corporal: 20 señales que te indican si está o no loco por ti]

El lenguaje corporal y el cerebro

Mujer en la playa en contacto con la naturaleza

Seguramente a estas alturas sabes bastante bien que podemos transmitir mucho con nuestro lenguaje corporal. Incluso sin que nos demos cuenta, comunicamos todo el tiempo señales con nuestro cuerpo. Así, es posible que notes que alguien coquetea contigo simplemente por cómo te mira o la forma en la que se acerca a ti.

Pero eso no es novedad. Lo que ha descubierto Amy Cuddy va más allá, y tiene que ver con la capacidad del lenguaje corporal de hablarnos a nosotros mismos, incluso al punto de reprogramar nuestro cerebro.

Las hormonas y el lenguaje corporal

0_shutterstock_492015556.jpg

Si te pones a mirar atentamente, las personas más poderosas lo muestran con su postura. Se yerguen, son expansivas, ocupan espacio. En cambio, quienes son más temerosos tienden a achicarse. Se esconden con su lenguaje corporal.

Ahora bien, las personas más expansivas y poderosas tienen en común algo más que su postura: sus hormonas. Se ha comprobado que, incluso en el reino animal, las personas que naturalmente lideran grupos tienen alta testosterona y bajo cortisol. La testosterona se asocia con la masculinidad pero no le es exclusiva: la tienen tanto hombres como mujeres. Es la hormona de la fuerza y la vitalidad.

A su vez, el cortisol es la hormona del estrés. Es decir, quienes tienen más bajo nivel de cortisol tienen mayor tolerancia al estrés. Así es que un buen líder debe poder ejercer su fuerza vital sin sucumbir ante la primera situación estresante.

Cambiar la postura para cambiar las hormonas

feliz trabajo oficina

Una vez entendido eso, aquí está la magia del descubrimiento de la psicóloga: cambiando la postura podemos alterar esas hormonas en el cuerpo. Cuando adoptamos una postura de confianza en nosotros mismos, una postura expansiva y de seguridad, aumenta nuestra testosterona y disminuye nuestro cortisol. Así, nos sentimos más seguros y menos estresados.

Lo grandioso es que Amy descubrió esto en un estudio donde le pedían a las personas hacer ese tipo de posturas por solamente dos minutos. Al tomarle una muestra de saliva antes y después del estudio, se demostró que en ese tiempo el aumento de testosterona llegaba hasta un 20% y la disminución del cortisol hasta un 25%.

La próxima vez que debas enfrentarte a una situación que te de mucho miedo, expande tu postura durante dos minutos y dile a tu cerebro que estás listo para el reto.

[También te puede interesar: 6 indicadores del lenguaje corporal a tener en cuenta en una primera cita]

Si quieres entenderlo mejor, puedes mirar la charla TED de Amy.

¡Comparte con tus amigos!

Fuentes:

TEDtalks

Pijama Surf