Los test psicológicos no son una fórmula “mágica” que nos dice cómo somos, sino que sirven como herramientas que hacen más evidente la proyección que constantemente hacemos, aunque no nos demos cuenta.
¿Qué quiere decir esto? Qué tendemos a ver en el otro características que, en verdad, son propias. A menudo, la proyección funciona con algunas características que incluso nunca reconoceríamos tan fácilmente, como el egoísmo, por ejemplo.
Lo que sucede con test como éste es que cada persona interpreta diferente cada silueta de acuerdo a sus propios pensamientos. Es decir, “ve” de acuerdo a lo que “cree” ver.
Por eso, no hay nada mágico. Somos nosotros mismos (nuestro inconsciente, en todo caso) el que (nos) habla a través de los test.